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Oficina de Defensa del Anciano | Asturias Republicana |
Primero, dijeron que había ya muchas comisiones de investigación, en Asturias, claro, que es donde les afecta a ellos, y que mejor sus señorías se dedicaban a otra cosa. Luego, cuando se acordó crear esta comisión, dicen que la van a impugnar en los tribunales, que no va a servir para nada, que es una pérdida de tiempo… Están en su línea. Lo mismo decían cuando se aprobó, hace un año, la ley de suspensión de la reclamación de deudas por el ERA: que estaba mal hecha, que no la iban a aplicar… ¡Sí, sí! Miles y miles de expedientes mal calculados (contra los ‘paganos’, claro) y casi seis millones de euros a devolver (¡de momento!). Esperemos que, por lo menos, algo se haya aprendido y del móvil del presidente no salgan mensajes para los, las y ex directivos del ERA diciendo: “Sed fuertes. Hacemos lo que podemos”. Salvo que dinamiten Fruela’s Palace, estoy seguro de que está comisión de investigación sobre el ERA va a funcionar bien y de modo eficaz. El reglamento del Parlamento asturiano dice que cualquier persona podrá ser obligada a comparecer ante la comisión y deberá decir la verdad en su testimonio si no quiere ser sancionada según lo establecido en el Código Penal. O sea, que no es broma. El dictamen con las conclusiones de esta comisión se someterá a la aprobación del Parlamento regional. Una vez aprobado, se hará público y se comunicará al Gobierno autónomo, “sin perjuicio de que, en su caso, la Mesa de la Cámara las traslade al ministerio fiscal para el ejercicio de acciones cuando proceda”. Al frente de esta
comisión estarán, previsiblemente, dos parlamentarios
emergentes, caracterizados por su rigor y laboriosidad: Matías
Rodríguez Feito, del PP, y Rosa María Espiño Castellanos,
de Podemos. Tal vez alguien, o muchos, se puedan extrañar de
esta ‘conjunción’ derecha-izquierda. Pero es que
no se trata de investigar la abducción del Banco Popular o la
supresión por la cara de la franquista paga de beneficios a los
trabajadores de las empresas con beneficios. Si vemos a un anciano en
apuros en la calle, por el motivo que sea, lo normal es ir a ayudarle.
Nadie le va a preguntar antes a qué partido vota o deja de votar.
Pues lo del ERA es lo mismo: hay indicios de sobra para investigar por
qué miles de ancianos en Asturias están en ‘apuros’
en las residencias del ERA. Con la agravante de que aquí no se
trata de piedras ni de cemento ni de horas-camión/horas-peón,
se trata de seres humanos indefensos, del trato que reciben, incluido
el sanitario, y de si la escuela contable de Gonzalo Fernández
de Córdoba es la que todavía rige en ese organismo, más
bien ‘independiente’ que autónomo, llamado ERA.
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