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Entrevista a Fructuoso Pontigo (Fruti).

Interesante entrevista al portavoz de la Coordinadora Ecologista de
Asturias Fructuoso Pontigo (Fruti) publicada en LNE (edición de Gijón,
16-11-90), de la que entresacamos algunos párrafos.


«La Administración mantiene una tolerancia total con la contaminación industrial»

«Gijón es ejemplo de modelo urbanístico insostenible: una cuarta parte de sus 140.000 viviendas están vacías, pero planean construir otras 15.000»



Hace poco di una charla en La Calzada y les informé de la línea de alta tensión que van a construir en Tremañes. Quedaron asustados, porque desconocían el tema. Una línea que va a ir de Carrió a una subestación en Tremañes, de 400.000 voltios. Es el mismo tipo de línea a la que ahora mismo tiene a todo León en contra, pero en Gijón nadie ha dicho ni «mu».

Pero esta línea no se necesita. Asturias tiene una capacidad de producción de electricidad que supera tres veces el consumo y somos la región con mayor fiabilidad de la red, según informes de Red Eléctrica Española. Si hasta ahora nunca tuvimos un problema, ¿para qué necesitamos esas nuevas líneas, que tendrán subestaciones en El Musel y en Tremañes? Son las mismas subestaciones a las que se opone el Ayuntamiento de Grado y en Gijón nadie dice nada, sólo la Coordinadora Ecoloxista. Son dos líneas que van a cruzar todo Gijón, una desde Carrió a El Musel y de ahí a Tremañes y otra de Carrió a Tremañes y de ahí al alto de la Madera. Y no sólo se callan las autoridades y los partidos, también las asociaciones vecinales.

La térmica de Aboño es el segundo mayor productor de CO2 de España y el mayor de Asturias, con más de 7 millones de toneladas emitidas al año a la atmósfera. En Asturias no van a cerrar ninguna térmica, pero además se van a abrir plantas de cogeneración, tenemos 13 parques eólicos operativos, pero es que hay 82 previstos, cuando aquí sobra energía. Es un disparate.

Las regasificadoras de Ferrol y Bilbao están bajo mínimos. La planta de biodiésel también estaba autorizada y nunca se hizo. La regasificadora es una instalación muy peligrosa. Enagás había dicho en un principio que no la instalaba a menos de dos kilómetros de la población, pero va a estar a menos de dos kilómetros de viviendas. A lo mejor es que los vecinos de El Muselín y de Pescadores no cuentan. El peligro es que se produzca una explosión durante la descarga de los barcos. Prueba de ello es que un país como Estados Unidos no deja poner ninguna a menos de cinco millas (7,5 kilómetros). Es más, son partidarios de construirlas en el agua. Lo que se está haciendo aquí es un despropósito. Es una instalación peligrosa y además innecesaria. HC, cuando solicitó autorización para el ciclo combinado de Soto de Ribera, y ESBI, cuando la solicitó para el de Nubleo, dijeron que no necesitaban regasificadora, que bastaba con el gasoducto previsto para conectar Asturias con la regasificadora del País Vasco.

En los últimos años se han construido en España 50 térmicas de gas. Hace poco llegó a producirse la mitad de la energía que se consumió en España con aerogeneradores. Regiones de España que antes eran deficitarias y a las que les vendíamos ahora exportan energía. Todos los nuevos proyectos se han ralentizado. Por otro lado, nosotros estamos tragando todos los proyectos que rechazan otros sitios. A ESBI le denegaron instalarse en Cantabria, que es una región deficitaria. Si de lo que se trata es de sustituir centrales de carbón, más contaminantes, por las de gas, firmamos donde sea. Ahora, lo que se está planteando es abrir ciclos combinados sin cerrar térmicas de carbón. Nosotros somos partidarios de mantener la cuota de carbón asturiano, pero para quemar todo el carbón que se produce en Asturias es suficiente con una sola térmica. Pero una térmica en condiciones, con una planta desulfuradora que funcione continuamente. Sólo funcionan el tiempo necesario para alcanzar los objetivos de emisiones que marca la ley. Luego paran la desulfuradora, porque supone una pérdida de rendimiento energético para la empresa.

Los límites de contaminación superan los que marcan las normas, por ejemplo, en partículas. En Gijón se superaron esos límites el año pasado en 101 días, según los datos del Principado. La norma dice que no se podrán superar más de 35 días. Estamos hablando de partículas de más de 10 micras, que son las que entran en el sistema bronquial. Asturias encabeza con diferencia el ranking de morbilidad ambiental, con 375 casos por cada 10.000 habitantes, seguida de Vizcaya, con 250 casos.

La estación que mide la contaminación de fondo en Asturias, que está en Torimbia (Llanes), tiene los peores valores de España, menos en dos apartados. Cuando el Instituto Carlos III, que depende del Ministerio de Sanidad, sacó el atlas de los casos de cáncer en España, con número de fallecidos por municipio, Asturias estaba entre los peores valores y, de hecho, encabeza los casos de cáncer de riñón, de laringe y de pulmón. Entonces salió la Consejería de Salud cuestionando esos resultados y anunciando que iba a hacer otro estudio, del que nunca se volvió a saber.

El Principado sólo cuenta con dos inspectores para controlar a las empresas que contaminan. La policía local ya ni va cuando los vecinos llaman para avisar del mal olor que hay en una zona de La Calzada por las noches. Un ejemplo ilustrativo: cuando hicimos la campaña contra la contaminación acústica usamos los datos de los sonómetros que tenía el Principado junto a las estaciones de contaminación atmosférica. En todas las estaciones de Gijón se superaban los límites permitidos en un 25% en el mejor de los casos. ¿Qué solución tomó el Principado? Quitó los sonómetros.

(Los sindicatos) no sólo callan, sino que a veces llaman para amenazarnos e insultarnos cuando lo denunciamos.

Cogersa, que pagó con fondos públicos 600.000 euros a los que les hicieron cuatro estudios diciendo que una incineradora de basura es buena. Uno incluso no tuvo empacho en comparar la incineradora con un cigarrillo. Los tentáculos del poder son importantes y a veces no tan evidentes. Ahora mismo quieren cargarse con un parque eólico el mayor yacimiento de túmulos de Asturias, en la sierra de Carondio (Allande) y no hay ningún historiador que quiera firmar en contra. Podría perjudicar su promoción profesional.

No nos equivoquemos, en Asturias se ha creado un clientelismo político increíble, posiblemente mayor que el que hay en Andalucía. Estamos en una comunidad de un millón de habitantes en la que desde hace muchos años están gobernando los mismos, y de qué manera. Ahí están los chiringuitos famosos.

En Asturias echamos a vertedero todos los años 4,2 millones de toneladas y sólo el 14% son residuos sólidos urbanos. No se puede decir que no hay sitio para echar el 14% y sí para el 86%. Y la incineradora es peligrosa porque su combustible no es homogéneo, con lo que no se pueden depurar las emisiones. Es la mayor fuente de las dioxinas y furanos más dañinos para la salud, con efectos en muchos casos mortales.

Hay estudios que relacionan esas sustancias con el cáncer. La incineradora va a estar en Serín, que si uno mira un plano y la altitud, se da cuenta de que va a echar la contaminación a Gijón fundamentalmente.

(Ampliación de El Musel) Nos vendieron que era necesaria porque iban a aumentar los tráficos de graneles. Ha pasado lo contrario. Aquí se ha usado un dinero más necesario en otras cuestiones. El nuevo Hospital Central de Asturias va a tener la mitad de camas que el actual porque no hay pasta y mientras se gasta en El Musel. ¿Para traer carbón y gas y generar energía que se va a consumir en otras comunidades que no quieren producirla?

Cuando dicen que el sobrecoste se debe a imprevistos tenemos que recordarles que nosotros planteamos como alegación al proyecto que tenían que estudiar de qué canteras se iban a extraer los materiales.

(Urbanismo). Importando los peores modelos de España. Todos los PGOU siguen planteando crecimientos desproporcionados. No se quiso escuchar las marchas verdes y ahora se está demostrando en los juzgados que tienen razón. Gijón es un ejemplo de modelo urbanístico insostenible. Más de una cuarta parte de sus 140.000 viviendas están vacías y se ha planeado la construcción de otras 15.000, con un aumento de la población mínimo.

Los mayores emisores de mercurio son la térmica de Aboño y después Arcelor.