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Llanes y la gran trama asturiana.

Por Juan Vega.
La Nueva España, 21-09-1992

 


Los últimos datos sobre el escándalo urbanístico de Llanes, publicados ayer por La Nueva España, en un extraordinario trabajo monográfico realizado por Ramón Díaz, Gonzalo M. Peón y Fernando Canellada, revelan, con pelos y señales, la existencia de una compleja trama de sociedades interpuestas, creadas ex profeso para adquirir, gestionar, promover y vender inmuebles, amparada en las normas subsidiarias elaboradas por aquel Ayuntamiento socialista y apoyadas histérica y sospechosamente por los socialistas de la Junta General. Por primera vez se descubre en Asturias un gravísimo caso de corrupción, en el que se adivina la trama de financiación ilegal del PSOE, con la participación de personajes que salpican a la Presidencia del Principado y a la Presidencia del Gobierno español.

Laura González, cuya pasividad en el escándalo de La Curtidora resultó proverbial, aún no tomó ninguna medida desde que un grupo de alborotadores invadiese la Junta para presionar a los diputados asturianos en un acto de vandalismo sin precedentes.

Ignacio Quintana Pedrós es el origen y el fundamento de la trama, como el propio Antonio Trevín Lombán reconocía imprudentemente en el prólogo de su libro De Llanes a Covadonga, escrito en la primavera de 1989. Quintana empezó a entender el negocio urbanístico en el Ayuntamiento de Madrid, trabajando con el grupo de arquitectos que se constituyó para asesorar a los ayuntamientos en los que empezaba a gobernar el partido. Quintana, procedente del Frente de Liberación Popular, penetró en el círculo compuesto por Eduardo Mangada y los arquitectos Ignacio Solana –hermano de Luis y de Javier-, Vélez Catraín –proyecto de la estación del Vasco de Oviedo- y el inevitable Francisco Pol. Mangada es el cerebro de las operaciones desarrolladas en Alcobendas, Tres Cantos y San Sebastián de los Reyes –conocidas como el escándalo Renfe-, que terminaron con García Valverde, ex ministro y uno de los habituales de los veraneos llaniscos, que se alojó el año pasado en el time-sharing de Vidiago, del que son accionistas Eduardo Arrojo Martínez y la hija de Florencio Ornia, junto con la familia Sordo, socios a su vez, en Proturisa, de Modesto Bordás –alcalde de Rivadedeva, en cuyo domicilio suele pasar Juan Luis Rodríguez-Vigil sus temporadas de vacaciones-; Proturisa es la promotora del intolerable campo de gol de Pimiango.

Quintana voló demasiado alto y comenzó a caer. Primero fue enviado a la Expo-92 y salió rebotado. Joaquín Leguina le montó una tapadera financiada por la Comunidad de Madrid, llamada Arpegio, S.A., con sede en Torre Picasso, dedicada a gestionar unos terrenos en la llamada Ciudad del Cine. Quintana se inventó a Antonio Trevín Lombán a mediados de la década de los ochenta, cuando aún era subsecretario del Ministerio de Cultura y ya soñaba con su gran proyecto urbanístico. Quintana comenzó una gran operación publicitaria alrededor de una figura sin relevancia histórica, Roberto Frassinelli. Para fundamentar tan vacuo empeño, contó con la entonces profesora María Cruz Morales Saro, poco después catedrática de Historia del Arte y hoy vicerrectora de la Universidad de Oviedo.

En junio de 1986, Trevín y Quintana consiguieron convencer al equipo de Pedro de Silva para que su Gobierno suspendiese las competencias urbanísticas del anterior alcalde, como parte de una estrategia de acoso y derribo, con una campaña basada precisamente en la lucha contra la especulación inmobiliaria. Ciertos sectores, antes vinculados a la derecha, empezaron a entreve la posibilidad de fraguar buenos negocios a la sombra del PSOE.

En el verano de 1988, Trevín ganó las elecciones. El 16 de diciembre organizó la tapadera del pastel abriendo un período de 60 días para que particulares y empresas “solventes” comenzasen a presentar proyectos de negocio, con un mecanismo absolutamente ilegal. El trabajo debió de ser febril. Se iniciaron contactos en Madrid con personas, grupos y sociedades. Target Ingenieros, S.A. se había creado en abril de aquel año y Adiesport, S.A. experimento una ampliación de capital unos días después. Parece lógico presumir que José Figar Velasco, Javier Goizueta y Enrique García Poveda, accionistas que coinciden en todos los grupos empresariales implicados, estuviesen ya manteniendo conversaciones en la trastienda. Apenas transcurrió un año desde que se pidieron oficialmente los proyectos a los grupos “solventes”, hasta que el 29 de diciembre de 1989 se encargó formalmente la redacción de las nuevas normas a la empresa Sogepsa, que contó con los servicios de Enrique Balbín, conocido por su participación en la oferta empresarial presentada por la taberna Cherry Lane, de Salinas, en el concurso de Las Meanas, de Avilés.

En la negociación de los convenios participó Pedro Blanco Alvarez, amigo personal y vecino muchos años del “clan de Majadahonda”, por cuenta de Sogepsa. En marzo de 1990, en pleno período de negociación de los convenios, la Inmobiliaria Los Llanos compró los terrenos conocidos como La Talá, que en esos momentos no eran urbanizables. Quien compró disponía, obviamente, de información privilegiada, dándose un caso manifiesto de maquinación para alterar precios. La misma operación, aunque con un proceso de compraventas más complejo, se produjo en Andrín, donde los mismos accionistas compraron los terrenos que eran objeto de negociación con otra sociedad.

En junio de 1990 ya existía otra sociedad más, que ahora conocemos, formada por el ex consejero de Hacienda del Principado, Eduardo Arrojo Martínez, su mujer y su hermano: Taxtra, S.A., dedicada a la promoción de inversiones inmobiliarias. La familia Arrojo participa después en Multitur, S.A., creada en mayo de 1991, con los socios de Bordás en Proturisa y con la familia Ornia, hilo que nos conduce al ovillo más escabroso de esta intrincada trama de relaciones. Ya conocemos la relación existente entre Bordás, los Sordo y Vigil, pero hay que referirse a la presencia en Multitur de la hija de Florencio Ornia, pues este personaje fue asesor durante años de Eduardo Santos –ex director general de Industria, enriquecido en los años de la primera reconversión-, es a su vez asesor personal de Roberto Dorado –puente en la Moncloa entre Felipe González y Alfonso Guerra-, y está situado, por lo tanto, en el centro del núcleo duro del partido, al mismo nivel que el dimisionario Guillermo Galeote, que ya tuvo que dejar sus responsabilidades por su implicación en el escándalo Filesa. Llama la atención el apoyo de Ornia ante el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, cuando Vigil intentaba la anuencia del Ministro para la conversión del solar de la Fábrica de la Vega en una gran superficie comercial, poco antes de que se conociese la implicación existente entre ciertas grandes superficies y la financiación del PSOE a través de Filesa.

La familia Arrojo, que participa en la creación de Multitur, S.A., a través de Taxtra, S.A. junto con la hija de Ornia y los socios de Bordás en Proturisa, está también en Protullasa, empresa creada en Llanes por Antonio López Maya –familia vinculada a la derecha local- para la comercialización de las promociones de La Talá y Andrín, impulsadas por Los Llanos S.A. y Desarrollos Urbanísticos Llanes, que compartían accionariado y sede social con Target y Adiesport. Más o menos, ¡todo lo mismo! El papel de Eduardo Arrojo es aún más transparente que el de la hija de Florencio Ornia. Arrojo y Jesús Arango, que intentaron hacerse con la Caja de Ahorros de Asturias –operación frustrada por Pedro de Silva- fueron, junto con Ornia y Luis Martínez Noval, los principales valedores de Vigil en su carrera hacia la Presidencia. Noval, a su vez, acogió a Arango como director general de Empleo, tras su caída del Ministerio de Agricultura por los oscuros asuntos que rodearon la gestión del sector lácteo y, especialmente, por el conocimiento público de los negocios urdidos por su amigo y casero Casildo Herrero. Arrojo, junto con Luis Gómez, “el Chino”, son los dos asesores con que cuenta Vigil, nombrados oficialmente, con despacho en Presidencia. Gómez está dedicado en la actualidad a poner en marcha el negocio de los solares de Hunosa como gerente de Sodeco, mientras que Arrojo, asesor turístico, actúa como gerente del proyecto Puerto Norte en la desembocadura del Nalón, y ya corren múltiples rumores sobre extrañas compraventas de terrenos en La Arena, Muros y San Esteban de Pravia.
¿A dónde vamos a llegar?