Por José González Avín

Igual que para conocer el tiempo que va a hacer lo primero es asomarse a la ventana y mirar al cielo, con el futuro, no sé si al añadir económico caería en redundancia, lo que primero que hay que hacer es también asomarse y mirar a nuestro alrededor: muchos carteles de “se vende” se ven. Pero eso por sí solo no sería determinante.

Habría que leer los periódicos salmón, escuchar lo que dice el ministro hoy, que es diferente de lo que dijo ayer y de lo que dirá mañana, estar atento a los índices bursátiles, a las predicciones del Banco España, a los estudios del BBVA y hasta a si en Estados Unidos hubo una epidemia de gastroenteritis o es que la gente se dedica a invertir en arroz. Pero, nada, todo eso es literatura. Lo que venga, se verá.

En la aldea, es diferente, la gente está acostumbrada a leer en el cielo, a observar el viento de aquí o de allá, los halos de la Luna y dónde canta la coruxa. Qué duda cabe, también se equivocan y muchas veces les coge el agua con l’herba espardida, o la nieve con les vaques en la casería cimera. Pero eso no es lo normal.

En la tienda-chigre del pueblo, los paisanos, viejos y no tan viejos, dicen que esto “ta poniéndose muy gafu”, “muy zorru”. Y lo dicen ellos, que tienen los ingresos de la pensión asegurados, que no pagan ninguna hipoteca, que los ahorros los tienen a plazo fijo y que no soportan ni la décima parte de los gastos fijos que tiene cualquier persona de la ciudad.

En la aldea es quizás donde más atención se presta a lo que dicen en los telediarios y a las predicciones del hombre del tiempo. Pero en la tienda-chigre también se comenta que Manolo “el cabrero” empezó a bajar a la Pola en moto en vez de en coche como hasta ahora, que Jesús “el de la Matona” lleva tiempo de mal humor porque la hija que tiene estudiando en Oviedo cada vez le pide más dinero porque dice que no le llega, que Arcadio “el del molín” ya no va a cambiar de tractor… Pero también dice Javier, el de la casa de turismo rural, que lo tiene todo completo para el puente del primero de mayo.

Bueno, ninguno de esos datos podrían ser tomados como indicadores de coyuntura, eso ya lo sé. Ahora que lo que a mí me causó sensación fue cuando dijeron que todo el mundo en el pueblo estaba abriendo huertos y que hacía muchos, muchos años, que no se veía en el pueblo tanta tierra arada. Huertos, sembrar patates, maíz, fabes; esto si que es un dato a tener en cuenta. Sobre todo por los que no tenemos donde plantar nada y tenemos que pagar por todo. Ya se verá.