Carta abierta al gobierno sueco sobre el asunto Julian Assange.

Por Michael Moore.
legradsoir.info

Querido gobierno sueco. Salud para todos, o como dicen ustedes por ahí: ¡Hälsa! Todo el mundo aquí, en los Estados Unidos, adora vuestro país. Vuestros Volvos, vuestras albóndigas de carne, vuestros muebles, ¡no tan fáciles de armar!, dicho sea de paso. Pero hay una cosa que me inquieta: ¿Por qué Amnistía Internacional, en un informe especial (descrito con detalle por Naomi Wolf), ha declarado que Suecia rechaza enfrentarse al problema de las violaciones, que es una verdadera tragedia? De hecho, AI dice que en toda Escandinavia, incluido vuestro país, los violadores “gozan de impunidad”. Y que las Naciones Unidas, la UE y los grupos suecos de defensa de los derechos humanos han llegado todos a la misma conclusión: Suecia no toma en serio las agresiones sexuales contra las mujeres. Cómo se podría explicar si no esas estadísticas de Katrin Axelsson, que pertenece a Mujeres Contra la Violación:

-Suecia tiene la tasa más alta de violaciones por habitante de toda la UE.
-El número de violaciones se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años.
-Las sentencias dictadas están en constante disminución.

Axilsson dice: “el 23 de Abril de este año (2010), Carig Hägg y Nalin Pekgul (diputado y presidenta de las Mujeres socialdemócratas suecas) escribieron en el periódico Göteborgs que “el 90% de los casos de violación (en Suecia) no llegan a presentarse ante un tribunal”.

Permítanme repetirlo: nueve de cada diez veces en que una mujer declara haber sido violada, ustedes no se toman ni siquiera la molestia de iniciar un procedimiento judicial. No puede uno extrañarse entonces de que según el Consejo Nacional Sueco de Prevención del Crimen, está estadísticamente establecido que, en Suecia, una persona tiene más probabilidades de ser violada que de sufrir un robo.

Todo esto constituye un mensaje a los violadores: ¡Suecia os ama!

Pueden imaginar entonces nuestra sorpresa cuando, de repente, ustedes decidieron ocuparse de un tal Julian Assange por agresión sexual. Pese a que ustedes nunca presentaron ninguna acusación. Ustedes nada más que quieren que “interrogarle”. Ahora bien, ustedes que no movieron un meñique por millares de suecas han sido violadas y cuando sus agresores se pasean libres como el viento, ustedes han decidido que ya era hora de cazar a un hombre, precisamente a ése al que el gobierno americano quiere ver arrestado, encarcelado o (según dijo algún político) ejecutado. Por casualidad, han decidido perseguirle, supuestamente por “un acto de coacción, dos actos de agresión sexual y un acto de violación en tercer grado.” ¡Mientras que miles de violadores suecos se pasean en libertad, ustedes han desencadenado una gigantesca cacería del hombre, vía Interpol, para el llamado Julian Assange!

Se han convertido ustedes súbitamente en los Cruzados contra la Violación. Las suecas ya pueden sentirse más seguras.

De hecho, no verdaderamente. En realidad, son muchos los que ven con nitidez de lo que va su juego de ustedes. Son muchos los que saben lo que esas “acusaciones no-acusaciones” significan realmente. Y son muchos también los que saben que ustedes se benefician cínica y escandalosamente de las amenazas reales que por todas partes penden sobre las mujeres para venir en ayuda del gobierno americano y hacer callar a Wikileaks.

No pretendo saber lo que realmente haya podido pasar entre Assange y las dos demandantes (no conozco más que lo que he visto en los medios y, por tanto, estoy en medio de la niebla como otro cualquiera). Y me excuso si he sacado unas conclusiones un poco altivas en mi voluntad de poner el acento sobre un valor esencial en mi casa: sin excepción, cualquier persona debe de ser considerada inocente hasta que un tribunal decida lo contrario. Creo firmemente que cualquier acusación de violación deber ser objeto de una investigación seria. No hay ningún mal en que la policía sueca interrogue a Julian Assange sobre estas acusaciones, y aunque comprendo porqué tenía el toda la pinta de querer esconderse (cosa que la gente tiene tendencia a hacer cuando las amenazan con asesinarlas), Assange debería, sin embargo, responder a las preguntas de la policía. Creo saber que existen tratados entre Suecia y Gran Bretaña que les permiten a ustedes enviar unos investigadores a Londres para interrogar a Assange, que está en libertad vigilada tras ser puesto en libertad bajo fianza.

Pero eso no les parecería propio, desplazarse a otro país a por un hombre sospechoso de agresión sexual cuando ustedes no son capaces de bajar a sus propias calles para llevar delante de sus propios tribunales el montón de violadores que han sido denunciados en su país. Y es precisamente porque ustedes raramente han toma una decisión de ese tipo por lo que todo este asunto apesta.

Sin olvidar una última cosa que nos dice Katrin Axelsson:
“Hay una larga tradición de recurrir a las acusaciones de violación y de agresión sexual por motivos políticos que no tienen nada que ver con la seguridad de las mujeres. En el sur de Estados Unidos, el linchamiento de los negros a menudo lo originaba una acusación de violación o incluso una simple mirada hacia una mujer blanca. Las mujeres no son sensibles a nuestra lucha contra esta tergiversación, mientras que los crímenes de violación son, en el mejor de los casos, tratados de forma negligente, y en el peor, protegidos. (Nota de legrandsoir: ya se había constatado en Estados Unidos que las estadísticas mostraban un número anormalmente elevado de sindicalistas y militantes encarcelados “por violación” o “agresiones” diversas y variadas. Táctica aparentemente empleada a menudo en Estados Unidos –incluido el FBI- para desembarazarse de los que molestan.)

Creo que esta táctica que consiste en acusar de violación para dominar a las minorías y a los que preocupan –culpables o inocentes- sea de lo que se trata en este asunto. Quisiera asegurarme de que las gentes honestas no permanezcan en silencio y de que ustedes, el gobierno sueco, no consigan su objetivo si están efectivamente compinchados con gobiernos corrompidos como el nuestro.

La semana pasada, Naomi Klein escribió: “La violación se emplea contra Assange como la “liberación de las mujeres” se empleo para invadir Afganistán. ¡Despierten!”

Cordialmente,

Michael Moore.