¡Que quemen el Ateneo!
Por
Javier Bueno.
El Ateneo
ha celebrado Junta general, presidida por el Sr. Moret.
El Sr. Moret, ya que no es presidente del Consejo, se
contenta con ser presidente del Ateneo.
Un escritor
gallego, que un día se sintió indignado
porque yo no le admiraba, hizo las siguientes proposiciones:
Primera,
que se coloque en la sala de sesiones una lápida
de mármol, en que conste el servicio eminentísimo
que el Sr. Moret ha prestado a la sociedad; segunda,
que los socios del Ateneo dediquen un banquete a su
ilustre presidente, y tercera, que para enaltecer los
servicios de éste, se cree en su honor una categoría
de socio protector, de padre y amparador del Ateneo.
Si
yo hubiera sido socio del Ateneo, habría propuesto
que el Sr. Moret hiciese vida de burgués pacífico
y que quemasen el Ateneo.
El Ateneo
es uno de los males de España, y sólo
el fuego puede cauterizar la llaga.
El
Ateneo debería de desaparecer, porque es cobijo
de todas las ridiculeces. Del Ateneo salen esos niños
ojerosos que miran a las muchachas bonitas como a enemigos;
el Ateneo es escuela de politiquillos vividores; en
el Ateneo se hacen reputaciones falsas, ídolos
de cartón y personalidades que provocan la risa.
Los ateneos, el tresillo y los garbanzos han embrutecido
a los 18 millones de españoles.
Es preciso
quemar el Ateneo; yo llamo a esta empresa a los que
quieran seguirme. Prendámosle fuego,
y será muy pintoresco ver salir huyendo de la
quema a los ratones, sabandijas y literatuchos que allí
se esconden, esperando una ocasión para ser diputados
ministeriales y luego subsecretarios. ¡Quememos
el Ateneo lo antes posible!