El primer congreso obrero de Gijón (II)
Tres
acuerdos novedosos del primer
congreso obrero celebrado en Gijón en 1916
Crónica de El Noroeste
Tres son los acuerdos del fausto congreso que,
por su novedad relativa o absoluta, merecen especialísimamente
ser glosados: la Sociedad de inquilinos y consumidores,
la Escuela de prácticas sindicales y la Liga
para la cultura moral y física.
La Sociedad de inquilinos y consumidores.-
Los motivos que decidieron la creación de este
organismo son de todos conocidos. Sabido es que el casero
se ha asociado fuerte y estrechamente, y que el resultado
general de esa asociación, bien se ella moral
y o material, o ambas cosas a la vez, es que
el inquilino pague al dueño, en pocos años,
el valor de su finca, y que a aquél
se le obligue, a menudo, a atender a la conservación
y ornato de lo que no es suyo, de la finca de su casero,
bajo amenazas de que, de no hacerlo, se elevaría
aún más la ya cuantiosa renta.
En cuanto al comercio, frecuente es en él
la carencia de escrúpulos para no dar el peso
y medida que se le pide y se le paga, y para despachar
artículos de indiscutible nocividad para la salud
del consumidor, o de calidad inferior a la atribuida
y cobrada por el vendedor.
Estos males, al par que el de los productos de consumo
sufran alza en el precio después de los aumentos
de jornales o disminuciones de jornada de los productores,
fenómeno frecuente cuando las leyes de la competencia
lo permiten, serán disminuidos o corregidos por
la actuación especial de esas colectividades,
auxiliadas por los sindicatos gremiales.
La Escuela de prácticas sindicales.-
Siendo de gran necesidad el tener cada agrupación
un espléndido plantel de directores, el establecimiento
de aquélla ha de ser de utilidad extrema para
el sindicalismo.
En esta escuela se darán lecciones prácticas
para contadores (elementos de buena administración,
manera de llevar los libros, confección de balances,
cuentas, etc.), para secretarios ( cómo se hace
un acta, cómo se levanta un acta, cómo
se escribe un acta oficial, cómo se redacta una
memoria, etc.), para presidentes (derechos de los socios,
derechos de la asamblea, derechos de la presidencia,
sistemas de discusión, principios de representación
social, etc.) Como se verá, con la divulgación
de tales enseñanzas pródigamente, puede
conseguirse el objetivo buscado: la súper abundancia
de elementos de acción y de dirección.
La Liga para la cultura moral y física.-
Con la adopción de esta modalidad de actuación
se da al sindicalismo un nuevo y nobilísimo matiz,
probándose con ello, una vez más, que
los espíritus libres no entienden por libertad,
libertinaje; sino todo lo contrario, por libertinaje,
esclavitud; y que el sentido ético de éstos
les permite contar con fuerzas para acometer tan magna
empresa.
Esa Liga se dedicará a combatir por medios
eficaces y varios el vicio alcohólico, el vicio
nicótico y el vicio sensual. Vivo entusiasmo
y fogosa simpatía ha producido en la asamblea
sindical. El predominio de esos males sociales causa
demasiadas víctimas para que en el campo obrero
no se le oponga un heroico remedio.