España, 1917: el Comité de Huelga ante
el consejo de guerra (I).
El sábado 29 de Septiembre de 1917
se celebró en las prisiones militares de San
Francisco, en Madrid, el Consejo de Guerra para juzgar
a los siguientes individuos:
Francisco Largo Caballero, Julián Besteiro Fernández,
Daniel Anguiano Mangado, Andrés Saborit Colobert,
Gualterio José Ortega Muñoz, Mario Anguiano
Anglés, Manuel Maestre Rubio, Abelardo Martínez
Salas y Virginia González López.
No asisten
al Consejo el procesado Luis Torrens, por no estar restablecido
de las heridas que sufrió al arrojarse por una
ventana en la Dirección de Seguridad, ni Juana
Sanabria.
El
Tribunal.
Presidente,
teniente coronel del 2º Regimiento de Zapadores
Minadores, D. Miguel Enrile García; vocales,
los capitanes siguientes: D. Angel Díaz Rodríguez
y D. José Jiménez Figueras, del Wad Rás;
Enrique Cotarelo Cordero, Fermín Alvarez Menéndez
y D. Manuel Sánchez Linares, del Asturias; y
del León, Fulgencio Sarera Larroque. Juez instructor,
comandante de Infantería D. Gustavo del Amo,
y secretario, el capitán del mismo arma D. Enrique
Quirós.
Se
da lectura al proceso:
Los procesados Besteiro, Largo Caballero, Anguiano,
Saborit, en la noche del 10 de Agosto entraron en casa
de Gualterio José Ortega Muñoz por recomendación
de Luis Torrens, amigo de Ortega, para evitar ser detenidos
por la policía.
Al
día siguiente, Besteiro dio a conocer a sus compañeros
un manifiesto que firmaron, unas instrucciones
para la huelga y unas proclamas para los cuerpos e institutos
del Ejército, clase media, a quienes se sumasen
a la huelga. Manifiestos e instrucciones fueron depositados
en un buzón de la Central por Besteiro, en sobre
dirigido a un amigo, cuyo nombre no citó, resultando
ser después Gualterio, quien los entregó
a Torrens.
Luis
Torrens compuso los moldes del manifiesto,
instrucciones y proclamas, y en unión de Ortega
los llevó a casa de Anguiano, donde se tiraron
por él en unión de Torrens.
Manuel
Maestre llevó en un automóvil las proclamas
al cobertizo de la calle Alcántara, donde fueron
encontradas, después de recoger en el Salón
del Prado a Abelardo Martínez Salas, que fue
quien buscó el local.
Virginia
González estaba en casa de Gualterio
desde el día siguiente a la entrada en ella del
comité. No hay cargos para ella, pues no tuvo
más intervención que la de ayudar a Juana
Sanabria en el cuidado de sus huéspedes, y para
la cual tampoco resultan cargos.
Está
probado que con posterioridad al estado de guerra, siguieron
mandando instrucciones y las recibieron de provincias
en sobres dirigidos a Juana Sanabria.
En la declaración
prestada por Juana Sanabria, dice que no conocía
a los procesados hasta que les fueron presentados por
su marido, el cual fue quien los llevó a la casa.
Declara que Saborit salía de día, y por
la noche salían a la calle, antes de las once,
los señores Besteiro y Largo Caballero.
Virginia
González declara que no conocía personalmente
a los individuos del Comité, que no sabía
nada relacionado con la huelga, y que estaba en la casa
para ayudar a Juana en los menesteres de la casa.
La declaración
de Torrens es de que participaba en los trabajos de
la huelga, y su propósito de suicidarse lo explica
por la decepción sufrida por el fracaso de la
huelga, malográndose trabajos de tantos años,
y por la situación desairada en que quedaban
los organizadores de ella. También declara que
las hojas socialistas fueron compuestas por él
en su imprenta de la calle Belén, y tiradas en
la imprenta de Mario Anguiano, de donde fueron sacadas
en un automóvil por Ortega y Maestre.
Se
da lectura a un oficio de la Conjunción radical
conjuncionista, proponiendo al grupo socialista constituirse
en Junta revolucionaria para hacer la revolución,
y esto no fue aceptado.