Franco,
¿Rey de España?
Por Cesáreo
Rodríguez y García-Loredo
Catedrático de la Universidad de Oviedo.
"1º.-
Que a los españoles nos va mucho -ya que se trata
de un asunto grave y transcendental- en acertar o no por
lo que atañe a la concreta elección de la
persona de nuestro monarca futuro.
2º.-
Que en el Caudillo don Francisco Franco debemos ver todos
los españoles al incomparable e ideal candidato para
ceñirse la corona de España.
3º.-
Que, si tal elección no recayese en nuestro Caudillo,
sino en otra persona, muy pronto volvería España
a las andaduras, es decir, surgirían aquí
las consabidas ( por ser como las de antaño) y tan
desastrosas consecuencias, que ya se presienten y aun -muy
fundadamente- se prevén.
4º.-
Que las razones por mí expuestas en el citado libro
en pro de la tesis Franco Rey no solamente son sólidas,
inexpugnables y convincentes, sino que, además, deben
difundirse ampliamente en el ámbito nacional, dándolas
a conocer de lleno a todos nuestros compatriotas."
"La
monarquía, como se sabe, está de de derecho
instaurada; pero, aunque al día de mañana
o en el porvenir se instaure de hecho o tenga rey, no por
eso cambia el Régimen o, lo que es igual, el ideario
que el Régimen encarna. El futuro rey tiene que hacer
plenamente suyo, "mente et corpore",ese ideario;
sino, nunca será rey de España. Mas no pensemos
todavía en la instauración de hecho, ya que,
por muchísimas y poderosas razones, el caudillaje
de nuestro heróico e incomparable Franco es y debe
ser vitalicio. Únicamente se podía ir pensando
en eso, si los españoles nos decidiésemos
-ya de una vez- a proclamar Rey a nuestro Caudillo, como
también Príncipe de Asturias a su nietecito
Francisco Franco."
Ley
de sucesión en la Jefatura del Estado. Art. 6º:
"En cualquier momento el Jefe de Estado podrá
proponer a las Cortes la persona que estime deba ser llamada
en su día a sucederle a título de Rey o de
Regente, con las condiciones exigidas por esta Ley; y podrá,
asimismo, someter a la aprobación de aquéllas
la revocación de la que hubiere propuesto, aunque
ya hubiese sido aceptada por las Cortes." "Es
cosa clara, pues, que en ese principio o regla general no
se señala explícitamente el requisito de estirpe
regia en la persona sucesora de Franco a título de
Rey; ni tampoco implícitamente se señala mediante
las palabras: "con las condiciones exigidas por esta
Ley", pues en el artículo 9º se consignan
éstas, sin que haya en él la más mínima
alusión al requisito de estirpe regia; reza así
aquél: "Para ejercer la Jefatura del Estado
como Rey o Regente se requerirá ser varón
y español, haber cumplido la edad de treinta años,
profesar la religión católica, poseer la cualidades
necesarias para el desempeño de su alta misión
y jurar las Leyes fundamentales, así como lealtad
a los principios que informan el Movimiento Nacional."
"Acaso
alguien diga que, de llevarse a cabo tal designación
en la persona del jovencito Francisco Franco y Martínez
Bordiú, procedería entonces autocrática
o dictatorialmente nuestro Caudillo. ¡Nada más
falso! Pues la "Ley de sucesión en la Jefatura
del Estado" es plenamente democrática, de lo
más democrático que suele haber. Ella ha sido
elaborada por las Cortes; "el texto de la misma, sometido
al Referéndum de la Nación (27 de julio de
1947), ha sido aceptado por el ochenta y dos por ciento
del Cuerpo electoral, que representa el noventa y tres por
ciento de los votantes. Franco, pues, proponiendo a su nieto,
no haría otra cosa sino atenerse estrictamente a
una Ley de lleno democrática..."
(...)Razones
en pro de la tesis
Fundadas:
1ª.)
En los descollantes méritos del Caudillo.
Porque ningún rey de España -desde el primer
godo hasta el último borbón- mereció
la corona como la merece Franco...
2ª.)
En su rectoría insuperada.
Porque, a excepción de muy pocos (v. g., San Fernando,
los Reyes Católicos, Felipe II y...), no nos gobernó
rey alguno tan bien como nos gobierna Franco..
3ª.)
En sus egregias dotes de militar y político.
Porque nuestro Caudillo reúne al mismo tiempo en
su persona estas dos cualidades -además de otras
aún superiores- que muy pocos reyes de España
lograron reunir: egregio militar y -tan certera y sabiamente-
político de gran altura; hasta en sus discursos políticos
supera Franco a todos los Jefes de Estado; entre éstos
no hay ninguno que, con tan elevada y dominadora visión,
enjuicie como nuestro Caudillo los grandes problemas internacionales.
4ª.)
En la espléndida realidad de la España renovada.
Porque Franco personifica (además de la reciedumbre,
temple y grandeza de nuestra estirpe) la espléndida
realidad, y a la par es símbolo glorioso, de una
España renovada, rejuvenecida, potente, forjadora
de un luminoso y esplendente porvenir...
5ª.)
En el anhelo de tener un rey netamente español.
Porque ya es tiempo de que los españoles elijamos
y tengamos un rey por cuyas venas corra sangre netamente
española o sea él enteramente indígena,
lo cual es mucho más que simplemente nativo.
6ª.)
En la inexistencia de todo óbice jurídico-dinástico.
Porque ningún miembro de las antiguas dinastías
-austríaca y borbónica-tiene el más
mínimo derecho "estricto y privativo" en
orden a ceñirse la corona española, pues en
España se extinguieron ambas dinastías: la
austríaca, por consunción, y la borbónica,
por deserción "de facto".
(...)
"Los actuales descendientes de don Alfonso XIII ningún
derecho a la corona de España heredaron de aquél."
(...)
Y tal es el caso de nuestro don Alfonso XIII: "de hecho"
y "de derecho" perdió la autoridad o poder
y, por tanto, su transferible derecho sucesorio. Axiomático
es que a nadie le es dado legar en herencia lo que no tiene.".
(...)
"d) Porque, así como no es posible dar lo que
no se tiene, tampoco nadie puede legar en herencia lo que
totalmente ha perdido y, por lo mismo, no tiene. ¡Pero
si aun sin expatriarse, cualquier rey de España "necesitaba
para abdicar la Corona en su inmediato sucesor, esta autorizado
por una ley especial", según preceptuaba el
artículo 55 de la Constitución de 1876!
Luego
(permítaseme usar el lenguaje o fórmula clásico-jurídica),
en vista de esos "considerandos y resultandos, debemos
fallar y fallamos que
Los actuales descendientes de don Alfonso XIII ningún
derecho a la corona de España heredaron de aquél."
(...)
"Esta es la segunda tesis:
Posteriormente no se les otorgó a los actuales descendientes
de don Alfonso XIII algún derecho "estricto
y privativo" a la corona de España."
(...)
"Formulábamos así la tercera tesis:
A los actuales descendientes de don Alfonso XIII no les
favorece o asiste el llamado "derecho divino de los
reyes."
(...)
"7ª.) En el grave peligro a causa de las rivalidades
del dinastismo.
Porque con la proclamación de Franco como Rey se
evitarían los litigios y disensiones, que pueden
ser graves, ya que entre distintas ramas borbónicas
has hay varios pretendientes o aspirantes a la corona de
España -y aún dentro de una misma rama y fuera
de ella se controvierte si el candidato ha de ser el padre
o el hijo-; también es muy sabido que los partidarios
de un pretendiente rechazan al aspirante que apoyan otros
partidarios y viceversa; sería insensatoy loco que
repitiésemos las guerras dinásticas y sucesorias
de los siglos XVIII y XIX, pudiendo como podemos solucionar
fraternalmente las cosas en el ambito de nuestra propia
casa, con personas muy nuestras y sin necesidad de buscar
fuera lo que tenemos -¡y magnífico e inigualable!-
dentro."
(...)
" 8ª.)
En el cuasi innato deseo del pueblo en hacer rey a Franco.
Porque el proclamar Rey a nuestro Caudillo está en
la mente -ya de manera inconsciente, ya de consciente modo-
del pueblo español."
(...)
"9ª.) En el futuro rotundo triunfo, como infalible
secuela de un referéndum.
Porque, celebrando a tal fin -y con todas las garantías
de plena y legítima libertad y legalidad- un referéndum,
es indudable que Franco sería elegido Rey clamorosamente,
plebiscitariamente, por aclamación, pues los pueblos
saben quiénes son sus grandes benefactores y, además,
no hay español (desde los tiernos niños de
la escuela -con su sobrealimentación- hasta los decrépitos
yvenerables ancianos- con el nunca por ellos sospechado
subsidio de la vejez-) que no haya recibido beneficios de
Franco..."
(...)
10ª En la inalterable pervivencia de la institución
monárquica.
Porque con elegir Rey a nuestro Caudillo no que arrumbada,
ni mucho menos, la tradición monárquico-española,
pues lo esencial y predominante en ella es la institución
o la monarquía misma, no precisamente el individuo-rey."
(...)
11ª.) En la nobleza de la virtud, y no en el mito de
la sangre real o azul.
Porque no es necesario, ni muchísimo menos, que todos
los monarcas sean de sangre real; la Historia Universal
abona eso mismo; sin ir más lejos, redordemos a los
dos Napoleones, a la actual dinastía de Suecia, etc.,
etc.; en la misma España, la monarquía goda
fue -no rara vez- electiva; además, los primeros
reyes de las distintas naciones y de las diferentes dinastías
mal podían ser de sangre real; por lo demás,
todo eso de sangre real, sangre azul..., es un mito racista
como el de la sangre aria de los hitlerianos o nazis, mito
éste reprobado por la Santa Sede o, más en
concreto, por Pío XI."
(...)
"12ª.) En el libérrimo albedrío
de los españoles para fundar nueva dinastía.
Porque los españoles de hoy somos libérrimos
o muy dueños de funda y establecer (...) una nueva
dinastía y muy nuestra..., iniciando así una
vigorosa tradición, puesto que la de antaño
se extinguió."
(...)
"13ª.) En nuestra vieja aspiración por
tener una dinastía genuinamente española.
Porque españoles de preclarísima inteligencia
y honradamente preocupados por los grandes problemas nacionales
siempre suspiraron por una dinastía genuinamente
española."
(...)
"14ª) En la gran desazón con que se verían
afectados los enemigos de España.
Porque el Comunismo en general y, en especial, los rojo-comunistas
españoles con los demás compañeros
de viaje y "tontos útiles" no sólo
ven con buenos ojos la instauración de una monarquía
en España, sino que además anhelan la misma."
(...)
"15ª) En ese caudillaje que exige para su paladín
la connatural culminación: ser Rey.
Porque
nuestro Franco es "otro" caudillo "semejante"
al caudillo don Pelayo; he dicho "otro", porque
Franco no es un "segundo" Pelayo; también
he dicho "semejante", porque no es "igual".
(...) "Por otra parte, el caudillo Pelayo se enfrentó
con los hijos de la Media Luna, que todavía, aunque
profesaban una falsa religión, eran monoteistas o
creían en un solo Dios; pero el caudillo Franco tuvo
que luchar estenuadamente contra los hijos de la "hoz
y el martillo", ateos de la más perversa y diabólica
ralea que jamás el mundo ha visto."
(...)
16ª.) En las altas cualidades que el decoro de la futura
Reina indefectiblemente requiere.
Porque la real consorte o futura Reina debe ser -dado el
tan importante papel que las reinas desempeñan en
las monarquías- un modelo para los españoles."
(...) "Sobremanera conviene que nuestra futura Reina
sea española, como lo fueron las mejores reinas de
España". (...) Ahora bien: todos los españoles
no reñidos con la verdad y que conserven en su conciencia
sólo un adarme denobleza no pueden menos de reconocer
y confesar que en Doña Carmen Polo y Martínez-Valdés,
egregia esposa de nuestro Caudillo, concurren -y en eminente
grado- todas esas cualidades".
SINTESIS
"Es
indudable que cada una de las razones que dejamos expuestas
posee gran fuerza probatoria; desde luego, no siempre todas
igual, sino en distinto grado. Mas el conjunto de las mismas
constituye un argumento inexpugnable y apodíctico
en pro de la consabida tesis: "Franco debe ser elegido
Rey de España".
CONCLUSION
"A
mis fraternos compatriotas españoles brindo, pues,
las ideas expresadas en los capítulos que anteceden;
juzgo que son acertadas; espero que la Historia me ha de
dar la razón. Las he escrito pensando únicamente
en el bien de la Patria y de la Iglesia; no me ha movido
ninguna mira o interés terrenos; pues, por una parte,
abomino de la adulación, de la lisonja... y, por
otra parte, ni busco, ni apetezco, ni quiero merced alguna
de los hombres; sólo aspiro ardorosa y humildemente
a la "merced suprema", y ésta, no los hombres,
sino Dios puede dármela."