Los
diputados en Cortes declarados
traidores y reos de muerte.
Por Francisco Pi y Margall en
Historia de España
Concedió
Fernando premios y cruces á los generales y oficiales
del ejército invasor francés, y entre
los primeros nombramientos que acordó figuraron los
siguientes: capitán general de Castilla la Nueva,
el Barón de Eróles; de Castilla la Vieja,
don Carlos O’Donnell; de Valencia, don Felipe Saint-March;
mayordomo mayor de Palacio, el Conde de Miranda; presidente
del Consejo de Indias, el Duque de Montemar; del de Castilla,
el Duque del Infantado; embajador en Francia, el Duque de
San Carlos, y en Rusia, el Conde de la Alcudia.
Como aprobó todas las disposiciones de la
Regencia de Madrid y ésta había declarado
traidores y reos de muerte a los diputados que, en la sesión
del 11 de junio en Sevilla, intervinieron en la destitución
temporal del Rey y su traslación a Cádiz,
hizo circular órdenes a las Audiencias para el arresto
de los culpables y el embargo de sus bienes.
He aquí la lista de sus nombres, con expresión
de las provincias por donde fueron elegidos:
Álava: Don Miguel Ricardo de Álava.
Aragón: Don Mariano La Casca y don
Pablo Santafé.
Asturias: Don Agustín Arguelles,
don José Canga Arguelles y don Rodrigo Valdés
Busto.
Burgos: Don Manuel Flores Calderón
y don Manuel Herrera Bustamante.
Cádiz: Don Antonio Alcalá
Graliano, don Francisco Javier Istúriz, don Pedro
Juan de Zulueta y don Joaquín Abreu.
Cataluña: Don Ramón Adán,
don Pedro Surrá y Rull, don Ramón Salvato,
don José Grases, don José Melchor Prat y don
Ramón Bulsagra.
Canarias: Don Graciliano Alonso y don José
Murfl.
Córdoba: Don Ángel Saavedra.
Cuenca: Don Manuel Sierra.
Cuba: Don Tomás Pener.
Extremadura: Don Facundo Infante, don Diego
González Alonso y don Alvaro Gómez Becerra.
Filipinas: Don Vicente Posada.
Galicia: Don Domingo Somoza, don José
Moure, don Pablo Montesinos, don Santiago Muro, don José
Pumarejo y don Manuel Llorente.
Guipúzcoa: Don Joaquín Ferrer.
Granada: Don Francisco de Paula Soria,
don Domingo Ruíz de la Vega, don José María
González, don Nicasio Tomás y don Pedro Alvarez
Gutiérrez.
Jaén: Don Pedro Lillo y don Manuel
Gómez.
Málaga: Don Juan García Oliver.
Madrid: Don Dionisio Valdés y don
Juan Antonio Castejón.
Mallorca: Don Felipe Bausá.
Murcia: Don Antonio Pérez de Meca
y don Bonifacio Sotos.
Segovia: Don Pedro Martín de Bartolomé.
Salamanca: Don Félix Várela,
don Félix Ovalle y don Juan Pacheco.
Sevilla: Don Cayetano Valdés y don
Mateo Miguel Ayllón.
Toledo: Don Ramón Luis Escobedo,
don Francisco Blas Garay y don Gregorio Sáinz de
Villavieja.
Valencia: Don Melchor Marán, don
Vicente Navarro Tejeiro, don Juan Rico, don Jaime Gil Orduña,
don Martín Serrano, don Vicente Salva y don Lorenzo
Villanueva.
Valladolid: Don Mateo Sevane.
Ocioso es decir, que los representantes de la Nación
y los principales comprometidos en los sucesos de la época
constitucional, que pudieron hacerlo, se pusieron en salvo,
emigrando a Francia e Inglaterra.
Continuaba Fernando lentamente su viaje a la Corte, siendo
aclamado en los
pueblos del tránsito por los realistas, que tiraban
del coche real y ensordecían el
espacio con los gritos de: «¡Muera la
Nación!» y «¡Vivan las caenas!»
Disgustado el Duque de Angulema por las medidas
de proscripción que se adoptaban, hubo de manifestárselo
así al Monarca, recomendándole, temperamentos
de prudencia, como lo hicieron igualmente los embajadores
extranjeros al llegar la Corte á Sevilla. Fue recibido
su consejo con marcadas señales de desagrado, y entonces
el Duque, para no ser cómplice de las violencias
que se cometían, delegando en Bourmont las funciones
de general en jefe del ejército francés, salió
de España y se encaminó á París.