¡A
Rusia!
(IV)
En
el Congreso de la Sindical Roja.
Por Jesús Ibáñez.
Nuevos
conocidos españoles. Entre ellos, César
R. González hijo de la gran oradora y propagandista
socialista Virginia González. Nos hicimos amigos
durante la pasada guerra imperialista en París.
¡Qué gratos recuerdos de militante trae
a mi memoria! Viene en nombre de uno de los dos partidos
comunistas que se disputan la dirección del movimiento
marxista en España. Quieren abrazarse en esta
Meca...
Todos nos
vamos arreglando, más o menos. Yo formé
nido con la bonísima Ñura...
El Director
del hotel me dijo:
¡Haga una nota de todo cuanto contenía
su maleta! ¡Se le devolverá todo su valor!
¡No faltaba más!...
Y yo saqué la maleta de debajo de la cama del
Director...
Algún delegado, "celoso" por el "prestigio
de la revolución", quiere, en vista de que
yo me niego, denunciar el hecho. Yo le paro:
—¡En mis asuntos, yo! ¡Tú eres
un perfecto miserable! Para que tú llegaras hasta
aquí, han tenido que quitarse hasta el pan de
la boca del Director y sus "ayudantes", ¡que
forman parte del pueblo! ¡Quisiera verte yo a
ti en su caso!... ¡No mandaré al pelotón
a nadie por unas camisas!...
Fueron cuatro
los muertos en el accidente, entre ellos el Secretario
de los mineros rusos, Artiom. Yo salve por... Y prefiero
hacer guardia de honor ante sus cadáveres...
No quise ir a la prueba del "vagón-avión".
Preferí pasar el día en el bosque con
Ñura... ¡Salí ganando! ¡No
hay bien que por mal no venga!
Los enterramos
en la Plaza Roja. ¡Qué oración fúnebre
magistral me perdí por no haberme muerto! ¡Justo
castigo a mi perversidad!... Trotski estuvo imponente.
Proclamó a los cuatro “verdaderos héroes,
caídos en el campo del honor defendiendo los
postulados de la revolución proletaria mundial
En
el Congreso de la Internacional Comunista, muchos discursos.
Y muchos informes. Y muchas traducciones. Habla
Bujarin: “¡Imponente!” Habla Zinóviev:
“¡Imponente!” Habla Lenin: “¡Imponente,
majestuoso!” Habla Trotski: “¡Imponente,
majestuoso, omniscente! ¡Viva nuestro Napoleón
Bonaparte! ¡Vivaaaa! ¡Vivaaaa!...”
En el gran
salón de sesiones del Kremlin, descanso. Cambian
impresiones, de pie, Lenin, Bujarin y Zinóviev.
Paso por detrás de Lenin, le toco, sin
que lo advierta, el extremo de la chaqueta... Luego,
ante un montón de miradas, alzo la cabeza, pongo
los ojos en blanco, me santiguo, ¡muy largo y
muy ancho!, y me llevo la punta de los dedos a los labios...
El líder italiano Serrati tuerce el
hocico... Un español se acerca a mí:
-¡Hombre!... ¡Esa falta de respeto!...
Yo:
-Cállate... ¡So imbécil!
Nos
hemos reunido, por mediación de Víctor
Serge, el ex-anarquista belga-franco-ruso,
a quien Roker consideraba vendido a los bolcheviques,
en casa de Sch...., significado anarquista ruso. Está
también en la reunión Gastón Laval,
un anarquista francés que representa el Movimiento
Libertario Español... Acordamos visitar a Trotski
y a Dserschinsky, jefe de la CHEKA, o Chieriesvuicháinaya
Komisia (Comisión Extraordinaria).
Trotski
nos recibe, enfundado en su uniforme raído,
con una sonrisa que pone, por sí sola, valladares
a toda “demasía”... Gaston Laval
había prometido “hablar enérgicamente”...
Y tiene la palabra Gaston, pero casi haciendo pucheritos
y lagrimeando:
-Se trata... de..., ¿sabe usted, compañero
Trotski?... Nuestros compañeros... rusos... encarcelados...
Tortski sabe demasiado a lo que vamos y ataja:
-¡A mí no me conmueven esos tonos de vieja
llorona! Soy uno de los responsables máximos
de la Revolución Rusa y necesito algo más
que lagrimones para ceder a lo que ustedes pretenden.
¡Exijo garantías! ¿Me garantizan
ustedes, en nombre de los organismos que aquí
representan, que no cometerán, después
de sueltos, una de las suyas el estimado compañero
Volín y sus amigos? (Aquí, entre
nosotros: yo estimo mucho a Volín).
¡Tengan la bondad de cambiar impresiones!...
Hemos cambiado impresiones. Declaramos:
-Nada podemos garantizar, pero se les puede poner en
libertad y que salgan de Rusia... con alguna ayuda...
Trotski guarda silencio. Sus ojos miran hacia adentro...
Luego, se abre:
-Estudiaremos el asunto. Pero antes de eso, es necesario
que ustedes oigan un informe de Bujarin sobre los hechos,
mañana, en una de las sesiones del Congreso de
la Sindical Roja...