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¿La conjura de los necios?
¡No, la de los pelotas!


Por Carmelo de Samalea.


No es ninguna novedad decir que los gobernantes de este país, sean del partido que sean, están siempre al servicio del capital y de la patronal. Y tampoco se descubre nada nuevo al afirmar que las compañías eléctricas han ocupado y ocupan un lugar privilegiado en el reparto de prebendas y en el trato de favor.

Dos de esos gobernantes, Alvarez Areces y Graciano Torre (de alta tensión), que están a la que salta, han aprovechado los recientes cortes eléctricos en Cataluña para salir otra vez más en defensa de los intereses y conveniencias de los negocios de HC Energía y demás conglomerados energéticos de Asturias.

Y como cada vez que oyen levantar la voz a sus amos, los fosterrieres de la prensa se han puesto a ladrar a los cuatro vientos las distintas variaciones de la misma consigna del día. Vienen de la izquierda, se han pasado a la derecha y muerden a todo cristo que se les ponga por delante; menos, naturalmente, a los que les echan el pienso en el comedero.

Si en vez de esos gobernantes y de esos fosterrieres tuviéramos a gente que mirara por los intereses de la nación y de los ciudadanos, entonces no les sería tan fácil a los amos del kilovatio quitar los filtros de las chimeneas de sus térmicas por las noches para contaminar a escape libre, secar los cauces de los ríos con sus centrales hidráulicas o envenenarlos con sus vertidos, plantar torres donde les viene en gana, subir las tarifas y facturar a las familias como, cuando y lo que les da la gana, reducir las plantillas y subcontratar sin límite, y el largo etcétera que da la voracidad capitalista cuando se une con la impunidad y el oligopolio.

Y ya que se refieren a los recientes apagones de Cataluña, si el gobierno, catalán o español, se preocupase más por el bienestar del pueblo que por las cotizaciones y dividendos, habría obligado a dimitir a la cúpula directiva de Fecsa-Endesa, habría ordenado movilizar todos los recursos disponibles para restablecer el suministro eléctrico en veinticuatro horas y habría dado instrucciones a la Fiscalía y a la Comisión Nacional de la Energía para que iniciasen los correspondientes procedimientos para determinar las responsabilidades e imponer las oportunas sanciones. Pero, sería de necios esperar que algo de eso ocurriera.

El vino de La Rioja se vende en botellas y se guarda en bodegas. Los zapatos de Alicante, o de China, se meten en cajas que se guardan en almacenes. Vino y zapatos se transportan en barco, en tren o en camión. Sin embargo, no se conocen al día de hoy ni botellas, ni bodegas, ni cajas ni almacenes en los que se pueda guardar la energía eléctrica; y tampoco hay todavía disponibles barcos, trenes o camiones que puedan transportar sin merma dicha energía.

¡Tantas necedades escucha y lee uno al cabo del día que me salta el ICP!