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Fernando Martín para alcalde de Gijón.
(Coña marinera)


Por Carmelo de Samalea.


El Partido Socialista de Gijón todavía no tiene claro quién será la candidata o el candidato para suceder a Paz Fernández Felgueroso al frente de la alcaldía de Gijón. Muchos/as querrían ser, pero no pueden (por inconvenientes diversos) y otros podrían ser, como Pedro de Silva, pero seguro que les da pereza aguantar tanto protocolo y tanto pleno.

Los proyectos municipales para Gijón, como siempre, no consisten en otra cosa que en construir pisos y que siga funcionando la hormigonera, que es la actividad más lucrativa para todos (ellos).

Con la que está cayendo y con lo que se avecina, los Sanjurjos y compañía, hermanos calzados de la orden del ladrillo y adelantados alumnos de la cátedra de urbanismo de El Pocero, no paran de aprobar planes y de presentar maquetas: 655 viviendas en Cabueñes, 3.000 en el nuevo Roces, 4.000 en Castiello, media docena de rascacielos encima de las vías del ferrocarril de Langreo y otros cuantos sobre Proyecto Hombre y el Albergue Covadonga. ¿Y por qué no otro Campanil sobre El Comercio para que todo el mundo se lleve lo suyo? La prensa también anda muy necesitada de plusvalías.

Para semejante despliegue, se necesita a un profesional como Fernando Martín Alvarez, el de Martinsa-Fadesa. Este candidato a la alcaldía de Gijón por el PSOE está lleno de ventajas, así que tienen que espabilarse no se les vayan a adelantar y lo fiche el PP.

¿Qué le van a enseñar a él de la construcción y de los ayuntamientos?, primera ventaja. La segunda, son los apellidos, el Martín, tan de moda, y el Alvarez, tan asturiano. La tercera, que ya sabe lo que es la política, pues fue secretario regional de UCD y presidente del Real Madrid, o sea, uno de esos moderados que tanto gustan. La cuarta, que tiene título universitario, en química, creo, tan importante en la política. Y, además, queda bien en la foto, tiene un patrimonio… Lo dicho, el candidato ideal.

Solamente es cosa de que Quico Buendía lo invite a cenar un día en Madrid y le haga la “pedida” (de mano). No sé a qué estarán esperando.


Gijón: calle San Rascacielos, antes, Sanz Crespo.