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Lo primero (2): destituir al gobernador del Banco de España.
Este Fernández Ordóñez, hermanísimo del Fernández Ordóñez ministrísimo de la Transición, es uno de esos “liberales” típicos del socialfelipismo: quitar derechos a los demás, pero apalancarse él todo lo que pueda. Secretario de Estado de Economía, luego, de Comercio, director del FMI, presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, y hasta asesor del grupo Prisa y plumilla en El País y la SER. O sea, otro de los de “en coche oficial toda la puta vida”. Está casado con Inés, una de las hermanas Alberdi (Cristina fue ministra de Asuntos Sociales) que es catedrática de Sociología en la Complutense, directora del Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (¡) y no sé cuántas cosas más, siempre a la sombra del PSOE, claro. Escribió varios libros y algunos fueron publicados por el BBVA y otros por La Caixa (¡). Miguel Angel Fernández Ordóñez, al que algunos llaman MAFO, fue nombrado a mediados de 2006 por el rey, a propuesta del presidente del gobierno, “entre quienes sean españoles y tengan reconocida competencia en asuntos monetarios y bancarios”, que dice el reglamento. Hay que tener cuidado no vaya a resultar GAFE, con esa cara de úlcera de estómago que tiene, porque, ¡vaya panorama que tienen la banca y los asuntos monetarios! No constan en internet las palabras, avisos o advertencias de MAFO/GAFE sobre el tocomocho mundial que estaba fabricando la banca ni sobre todos los espabilados del país que amontonaban beneficios sobre beneficios. Tampoco dijo ni mu MAFO/GAFE sobre las transferencias de capital a los paraísos fiscales ni sobre las malas prácticas y los abusos que diariamente comenten bancos y entidades financieras con sus clientes, especialmente, con la gente mayor. Respecto de las continuas rebajas en las cotizaciones de los empresarios a la Seguridad Social, mudo es MAFO. MAFO/GAFE está interpretando
su papel y ha dado un cante de ópera: “¡Leña
al trabajador!”. Pues que en La Moncloa le manden el motorista con
el cese, que motivos, profesionales y éticos, sobran. Y
que se vaya con Aznar para Miami. Ver también:
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