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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   


La gente obrera y de izquierda, al llegar al poder, tiene que relacionarse lo menos posible con los poderosos y saber decir que NO. La mujer de Lula, Marisa Leticia falleció en 2017, a los 66 años, muy probablemente a consecuencia de todos estos disgustos.

El discurso histórico de Lula da Silva antes de entrar en prisión
Aparte de numerosísimos premios y condecoraciones, Lula da Silva recibió el premio Príncipe de Asturias de Cooperación internacional en 2003.

En 1979, este sindicato hizo una de sus huelgas más extraordinarias y conseguimos hacer un acuerdo con la industria automovilística que tal vez fue el mejor posible. Yo tenía una comisión de fábrica con 300 trabajadores. El acuerdo era bueno. Y resolví llevar el acuerdo a la asamblea. Y resolví pedir a la comisión de fábrica ir más temprano para conversar con los obreros. Yo hacía las asambleas por la mañana para evitar que el personal bebiera un poquito por la tarde, porque cuando la gente bebe un poquito, la gente se vuelve más osada. Incluso así no lo evitaba, porque alguno llevaba un litro de coñac dentro de la maleta y cuando yo pasaba tomaba una ‘dosis’ para mejorar la garganta, cosa que no sucedió hoy.

Pues bien, comenzamos a poner el acuerdo a votación y cien mil personas en el estadio Vila Euclides no aceptaban el acuerdo. Era el mejor posible. La gente no perdía un día de vacaciones, no perdíamos la décimo tercera paga y teníamos un quince por ciento de aumento. Pero los obreros estaban tan radicalizados que querían 83 por ciento o nada. Y no pudimos. Y pasamos un año siendo llamados vendeobreros por los trabajadores. Nosotros, Guilherme, iba a la puerta de fábrica...

Entonces compañeros y compañeras, nosotros conseguimos… los trabajadores no aprobaron el acuerdo... Yo estaba diciéndoles que no conseguimos aprobar la propuesta que yo consideraba buena y el personal entonces pasó a faltarle al respeto a la dirección del Sindicato. Yo iba a la puerta de la fábrica y no se paraba nadie. Y la prensa escribía: “Lula habla a los trabajadores y le hacen oídos sordos”. Tardamos un año en recuperar nuestro prestigio. Y me quedé pensando con aire de venganza: “Los trabajadores piensan que ellos pueden hacer 100 días de huelga, 400 días de huelga, que ellos van hasta el fin. Pues voy a probarlos en 1980”. E hicimos la mayor huelga de nuestra historia. La mayor huelga. 41 días de huelga. A los 17 días de huelga, me detuvieron y los trabajadores comenzaron a romper la huelga después de algunos días, y nosotros entonces (yo sé que Tuma, que el doctor Almir, que Teotônio Vilela iban a la cárcel y me decían: “Lula, hay que acabar con la huelga, hay que aconsejarles para poner fin a la huelga”. Y yo decía: “Yo no voy a acabar con la huelga. Los trabajadores van a decidir por su cuenta”.

El dato concreto es que nadie aguantó 41 días porque, en la práctica, el compañero tenía que pagar la leche, tenía que pagar el recibo de la luz, tenía que pagar el gas, la mujer empezaba a reclamar el dinero del pan; entonces, los trabajadores comenzaron a sufrir esa presión y no aguantaron. Pero, tiene gracia, porque en la derrota ganamos mucho más sin ganar económicamente, que cuando la gente ganó económicamente. Esto significa que no es el dinero el que resuelve el problema de una huelga, no es el 5%, no es el 10%, es lo que está metido de teoría política del conocimiento político y de la tesis política en una huelga.

Ahora, estamos casi en la misma situación. Casi en la misma situación. Me están procesando y he dicho claramente: “En el proceso de mi apartamento, yo soy el único ser humano procesado por un apartamento que no es mío”. Y él sabe que O Globo mintió cuando dijo que era mío. La Policía Federal de la Lava Jato, cuando hizo la investigación, mintió (al afirmar) que era mío, el Ministerio Público, cuando hizo la acusación, mintió diciendo que era mío y yo pensé que Moro (juez Sergio Moro) iba a resolverlo, pero mintió al decir que era mío y me condenó a nueve años de cárcel.

Es por todo esto por lo que soy un ciudadano indignado, porque yo ya hice muchas cosas a mis 72 años. Pero no les perdono el haber transmitido a la sociedad la idea de que soy un ladrón. Dieron la primacía a los bandidos para sobornar el Brasil entero. Dieron la primacía a los bandidos que nos llaman petrallas [juego de palabras entre PT y metralla]. Dieron la primacía a la creación de un clima casi de guerra negando la política en este país. Y yo digo todo el tiempo: ninguno de ellos, ninguno de ellos, tiene coraje o duerme con la conciencia tranquila de la honestidad, de la inocencia con las que yo duermo. Ninguno de ellos [aplausos].

Yo no estoy por encima de la justicia. Si no creyera en la justicia, no habría hecho un partido político. Yo había propuesto una revolución en este país. Pero creo en la justicia, en una justicia justa, en una justicia que vota un proceso basado en los autos del proceso, basado en las informaciones de las acusaciones, de las defensas, en las pruebas concretas, que tiene el arma del crimen. Lo que no puedo admitir es un fiscal que hizo un power point y fue a la televisión a decir que el PT es una organización criminal que nació para robar al Brasil y que Lula, por ser la figura más importante de ese partido, Lula es el jefe, y por lo tanto, si Lula es el jefe, dice el fiscal, “no necesito pruebas, tengo la convicción”. Yo quiero que se guarde la convicción de ellos para los comparsas de ellos, para sus secuaces, y no para mí.

Ciertamente, un ladrón no estaría exigiendo pruebas. Estaría con el rabo escondido, con la boca cerrada y rogando que la prensa no mencione su nombre. Yo tengo más de 70 horas de Jornal Nacional (noticiero televisivo brasileño) triturándome. Tengo más de 70 portadas de revista atacándome. Tengo también miles de páginas de periódicos y noticias atacándome. Tengo a la Record (cadena de tv) atacándome. Tengo además a la Bandeirantes atacándome, tengo a las radios del interior atacándome. Y de lo que no se dan cuenta es de que cuánto más me atacan, más crece mi relación con el pueblo brasileño. No les tengo miedo. Yo ya dije que hasta me gustaría hacer un debate con (el juez) Moro sobre la denuncia que él hizo contra mí. Me gustaría que me mostrase algún tipo de prueba. Ya desafié a los jueces del TRF-4, que ellos vayan a un debate en la universidad que quisieran, en el curso que ellos quisieran, a probar cual es el crimen que yo cometí en este país. Y a veces tengo la impresión y tengo la impresión...

Porque yo soy un constructor de sueños. Hace mucho tempo soñé que era posible gobernar este país involucrando a millones y millones de personas pobres en la economía, llevando a millones de personas a las universidades, creando millones y millones de empleos en este país. Yo soñé, soñé que era posible que un metalúrgico, sin diploma universitario, se preocupe más por la educación que los diplomados y licenciados que gobernaron este país y cuidaron de la educación. Soñé que era posible disminuir la mortalidad infantil llevando leche, frijoles y arroz para que los niños pudieran comer todos los días. Soñé, soñé que era posible que un metalúrgico, sin diploma universitario, cuidara más de la educación que los diplomados y licenciados que gobernaron este país y se ocuparon de la educación. Soñé que era posible coger a los estudiantes de la periferia y colocarlos en las mejores universidades de este país para que no tengamos jueces y fiscales sólo de las élites. De aquí a poco, vamos a tener jueces y fiscales nacidos en la favela de Heliópolis, nacidos en Itaquera, nacidos en la periferia. Vamos a tener a mucha gente con formación que proviene de los Sin Tierra, del MTST, de la CUT. Este es el "crimen" que cometí. Y como cometí ese "crímen", ellos no quieren que cometa más.Y es por culpa de ese "crimen" por lo que ya hay más de diez procesos contra mí. Y si es por esos "crímenes": colocar a los pobres en la universidad, a los negros en la universidad, que los pobres puedan comer carne, que los pobres puedan comprar un coche, que puedan viajar en avión, que los pobres puedan hacer su pequeña agricultura, que puedan ser micro emprendedores, tener su propia casa. Si ese es el "crimen" que cometí, quiero decir que voy a continuar siendo un "criminal" en este país, porque voy a hacer mucho más. Voy a hacer mucho más.

Compañeros y compañeras, en 1986, fui el diputado constituyente más votado en la historia del país. Y nosotros descubrimos que, dentro del PT, Manuela (D'Avila), compañeros, Iván era del PT en la época, había una desconfianza, como que solo tenía poder en el PT quien tenía mandato. Quien no tenía mandato era tenido… [comienza a saludar]. Entonces, compañeros, cuando me di cuenta de que el pueblo desconfiaba que solo tenía valor en el PT quien era diputado, Manoela [D’Avila] y Guilherme [Boulos] ¿saben lo que hice? Dejé de ser diputado. Porque yo quería probar al PT que iba a continuar siendo la figura más importante del PT sin tener mandato, porque si alguien quisiera ganarme en el PT solo tiene una manera: trabajar más que yo y gustar del pueblo más que yo, porque si no les gusta, no va a ganar.

Pues bien: nosotros ahora estamos en un trabajo delicado. Tal vez esté viviendo el momento de mayor indignación que un ser humano pueda vivir. No es fácil lo que sufre mi familia. No es fácil lo que sufren mis hijos. No es fácil lo que sufrió Marisa y quiero decir que la anticipación de la muerte de Marisa fue por la inmoralidad y la canallada que la prensa y el Ministerio Público cometieron contra ella. Yo tengo la certeza (Marisa Leticia era la mujer de Lula desde 1973, madre de cuatro hijos y dos nietos. Murió el 3-2-2017 de un derrame cerebral, a los 66 años de edad). Esa gente yo creo que no tiene hijos, no tiene alma y no tiene noción de lo que siente una madre o un padre cuando ve a un hijo masacrado, cuando ve a un hijo siendo atacado. Entonces, compañeros, resolví levantar la cabeza.

No piensen que estoy contra la Lava Jato (Operación Autolavado, nombre en clave de la investigación contra la corrupción llevada a cabo por la policía federal brasileña), no. La Lava Jato, si atrapa bandidos, tiene que atrapar bandidos que robaron y detenerlos. Todos nosotros queremos eso. Todos nosotros durante toda la vida decíamos: “Solo detiene al pobre, no detiene al rico”. Todos nosotros lo decíamos. Y yo quiero que continúe deteniendo a ricos. Lo quiero. Entonces, ¿cuál es el problema? Es que usted no puede hacer juicios subordinándose a lo que diga la prensa. Porque en el fondo, en el fondo, usted destruye a las personas en la sociedad, la imagen de las personas y después los jueces van a juzgar y van a decir “no puedo ir contra la opinión pública que nos está pidiendo cazarlos”. Quien quiere votar con base en la opinión pública, que tire la toga y que se presente a candidato a diputado, que escoja un partido político y sea candidato. Ahora, la toga es un empleo vitalicio. El ciudadano tiene que votar solo con base en los autos del proceso, por otra parte, yo creo que un ministro de la Suprema Corte no debería dar declaraciones sobre cómo va a votar. En los Estados Unidos, termina la votación y usted no sabe qué fue lo que el ciudadano votó exactamente, para que no pueda ser objeto de presión.

Imagina a un chico siendo acusado de homicidio y que no haya sido él el asesino. ¿Qué quiere la familia del muerto? Que lo maten, que sea condenado. Entonces el juez tiene que tener, a diferencia de nosotros, la cabeza más fría, más responsabilidad para hacer una acusación o para condenar. El Ministerio Público es una institución muy fuerte. Por eso esos chicos que entran muy jóvenes, hacen un curso derecho y después cursan tres años porque el padre puede pagarlo, esos chicos necesitaban saber un poco de la vida, un poco de política para hacer lo que ellos hacen en la sociedad brasileña.

También hay una cosa llamada responsabilidad. Y no piensen que cuando hablo así es porque estoy en contra. Yo fui presidente y nombré cuatro fiscales e hice el discurso en todas las tomas de posesión y decía: “Cuanto más fuerte sea la institución, más responsables tienen que ser sus miembros”. Usted no puede condenar a una persona porlo que diga la prensa para después juzgarla. Ustedes recuerdan que cuando fui a declarar allá en Curitiba, le dije a Moro: “Usted no tiene condiciones para absolverme porque O Globo está exigiendo que usted me condene y usted va a condenarme (O Globo, fundado en 1925 en Río de Janeiro. Apoyó el golpe militar de 1964. Es la cabecera de un grupo mediático que incluye radio y televisión. En 1986 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Ver documental inglés Beyond Citizen Kane).

Pues bien, pienso que tanto el TRF4 como Moro, la Lava Jato y la Red Globo, tienen un sueño de común. El sueño común es que, en primer lugar, el golpe no terminó con la [destitución de] Dilma. El golpe solo va a concluir cuando ellos logren convencer que Lula no pueda ser candidato a la presidencia de la República en 2018. No quieren que vuelva Lula por no les coge en la cabeza que un pobre pueda tener derechos. No puede comer carne de primera ni el pobre puede viajar en avión. El pobre no puede ir a la universidad. El pobre nació, según su lógica, para comer y tener cosas de segunda categoría.

Entonces, compañeros y compañeras, el otro sueño común que tienen ellos es la foto de Lula preso. Ah, me imagino la excitación de la [revista] Veja poniendo en la portada mi foto encarcelado. Van a tener orgasmos múltiples.

Ellos decretaron mi prisión. Y déjenme que les cuente a ustedes una cosa: voy a acatar esa orden de ellos. Y voy a acatarla porque quiero hacer la transferencia de responsabilidad. Ellos me achacan que todo lo que pasa en este país ocurre por mi culpa. Ya fui condenado a 3 años de cárcel porque un juez de Manaos entendió que yo no necesito tener un arma, porque tengo una lengua hiriente y, entonces, hay que acallarme, porque si no me callan, seguiría diciendo cosas como “está llegando el momento que la pantera beba agua” y si los campesinos mataran a un hacendado, ellos creían que se trataba de una contraseña.

Intentaron arrestarme por obstrucción de la justicia, pero no funcionó. Ellos ahora quieren cogerme en una prisión preventiva, que es una cosa más grave porque no hay habeas corpus. Vaccari (João Vaccari Neto, ex tesorero del PT. Condenado en primera instancia a 15 años en la Operación Lava Jato por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación criminal. Tiene otros procesos. Fue absuelto por un tribunal superior en Junio de 2017, pero está recurrido por el fiscal. En Marzo de 2018 fue absuelto en otro juicio, pero tiene pendientes más) está encarcelado desde hace tres años. Marcelo Odebrecht gastó 400 millones de reales [120 millones de dólares] y no tuvo habeas corpus. Yo no voy a gastar un centavo. Pero voy para allá con la siguiente creencia: ellos van a descubrir por primera vez lo que estoy diciendo todos los días. Ellos no saben que el problema de este país no se llama Lula, el problema de este país son ustedes, la conciencia del pueblo, el Partido de los Trabajadores, el PcdoB (Partido Comunista de Brasil), el MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra), el MTST (Movimiento de los Trabajadores Sin Techo), y ellos saben que hay mucha gente. Lo he dicho ya en todos los discursos, no sirve de nada intentar impedirme andar por este país, porque tiene millones y millones de Boulos, de Manuelas, de Dilmas Rousseffs en este país para que anden por mí. No sirve de nada intentar acabar con mis ideas, porque están flotando en el ambiente y no hay forma de arrestarlas. No sirve de nada para mi sueño, porque cuando yo deje de soñar, soñaré con las cabezas de ustedes y con los sueños de ustedes. No vale la pena creer que todo se detendrá el día en que Lula tenga un infarto, es una tontería, porque mi corazón latirá en los corazones de ustedes, y son millones de corazones brasileños.

Nada se adelanta creyendo que nada voy a hacer cuando me detengan, porque no voy a parar porque yo no soy un ser humano, soy una idea, una idea mezclada con las ideas de ustedes, y tengo la certeza de que compañeros como los Sin Tierra, el MTST, los compañeros de la CUT (Central Única de Trabajadores) y del movimiento sindical saben, y esta es una prueba, esta es una prueba, que yo cumpliré lo ordenado y ustedes tendrán que transformarse, cada uno de ustedes, no se llamarán Panchito, Pepito, Juanito y Albertito... Todos ustedes, de ahora en delante, todos se convertirán en Lula y van a recorrer haciendo lo que tienen que hacer, y todos los días! ¡Todos los días!

Ellos tienen que saber... Ellos tienen que saber que la muerte de un combatiente no detiene la revolución. Ellos tienen que saber... Ellos tienen que saber que vamos a hacer una regulación definitiva de los medios de comunicación, para que el pueblo no sea víctima de sus mentiras todos el santo día. Tienen que saber que ustedes, quién sabe, son incluso más inteligentes que yo, y quemar los neumáticos que ustedes tanto queman, organizarán manifestaciones, ocupaciones en el campo y en la ciudad. Parecía difícil la ocupación en San Bernardo, y mañana ustedes van a recibir la noticia de que ustedes ganaron el terreno que invadieron.

Compañeros, he tenido la oportunidad, ahora, cuando estaba en Uruguay, entre Livramento y Vera, las personas decían “oye, Lula, usted finje que va a comprar un ‘whiskicito’ y se va a Uruguay con Pepe Mujica, y va ahora y no vuelve más, pide asilo político. Usted puede ir a la embajada de Bolivia, de Uruguay, de Rusia y desde allá usted sigue hablando... Ya no tengo edad para eso. A mi edad voy a enfrentarlos, mirándoles a los ojos y voy a enfrentarlos aceptando cumplir la orden.

Quiero saber por cuántos días ellos piensan tenerme arrestando y cuanto más tiempo me quede allá, más Lulas nacerán en este país y más gente va a pelear por este país, porque en una democracia no hay límites, no hay hora para que la gente siga peleando. Yo les dije a mis compañeros: si dependiera de mi voluntad, no iba, pero me voy porque ellos iban a decir a partir de mañana que soy un fugitivo, que Lula está escondido, ¡y no! No estoy escondido, voy allí, a ponerme delante de sus barbas, para que sepan que no tengo miedo, que no voy a huir, para que sepan que voy a probar mi inocencia. Tienen que saber eso. Y que hagan lo quieran. Que hagan lo que quieran. Voy a tomar una frase que cogí a una niña de 10 años en Catanduva, en 1982, esta frase no tiene autor. Los poderosos pueden matar una, dos o tres rosas, pero nunca podrán detener la primavera. Y nuestra lucha es en busca de la primavera.

Ellos tienen que saber que queremos más casas, más escuelas, queremos menos mortalidad, no queremos que se repita la barbaridad que aconteció con Marielle en Rio de Janeiro (Marielle Franco era la única concejala negra de Río de Janeiro. Fue asesinada el 14-3-2018 de cuatro balazos en la cabeza cuando iba en un coche con chófer y una asesora por el centro de la ciudad. Tenía 39 años). No queremos repetir las barbaridades que se hacen con los niños negros de este país. No queremos más mortalidad por desnutrición en este país. No queremos más que unjoven no tenga esperanza de entrar en una universidad, porque este país es tan cretino, que fue el último país del mundo en teneruna universidad. ¡El último! Todos los países más pobres la tuvieron, pero ellos no querían que la juventud brasileña estudiase. Y decían que costaba mucho, hay que preguntarse cuánto costó no hacerla 50 años atrás.

Quiero que sepan que tengo mucho orgullo, mucho, profundo, de haber sido el presidente de la República que creó más universidades en la historia de este país para mostrar a esa gente que no confunda inteligencia con la cantidad de años en la escuela, eso no es inteligencia, es conocimiento. Inteligencia es cuando usted tiene un lado, inteligencia es cuando usted no tiene miedo de discutir con los compañeros cuáles son las prioridades, y la prioridad es garantizar que este país vuelva a tener una ciudadanía.

¡No venderán la Petrobras! ¡Vamos a hacer una nueva Constituyente! ¡Vamos a revocar la ley del petróleo que están creando! ¡No vamos a permitir la venta del BNDES, de la Caja Económica Federal, no vamos a permitir que se destruya el Banco de Brasil! Y vamos a fortalecer la agricultura familiar, que es la responsable por el 70% de los alimentos que comemos en este país.

Y con esta creencia, compañeros, con la cabeza erguida, del mismo modo que estoy aquí hablando con ustedes, llegaré allá y voy a decir al delegado: estoy a su disposición. Y la historia, dentro de pocos días, probará que quien ha cometido un crimen fue el delegado que me acusó, fue el juez que me juzgó y fue el Ministerio Público que fue liviano conmigo. Por todo esto, compañeros, no hay lugar en mi corazón para todo el mundo, pero quiero que ustedes sepan que si hay una cosa que aprendí a gustar en este mundo es mi relación con el pueblo.

Cuando sostengo la mano de alguno de ustedes, cuando los abrazo...porque ahora beso a hombres y mujeres igualito...cuando beso a alguno de ustedes, no lo hago con segundas intenciones, los beso porque cuando era presidente, decía: volveré al lugar de donde he venido. Yo sé quienes son mis amigos eternos y quien son amigos eventuales. Los que llevan corbatas, que me buscaban, ahora desaparecieron.

Y quiénes están conmigo son mis amigos de antes de que fuera presidente de la República. Son aquellos que comían rabo de buey conmigo en [el bar de] Zelão, que comían polenta con pollo en Demarchi, que tomaban ‘mocotó’ en Zelão, esos siguen siendo mis amigos. Son aquellos que tienen el coraje de invadir terrenos para construir viviendas, son los que tienen el coraje de organizar una huelga contra la reforma de las pensiones, son aquellos que ocupan el campo para crear haciendas productivas, que necesitan del Estado.

Compañeros, voy a decirles algo. Ustedes van a percibir que voy a salir de esta situación mucho mayor, más fuerte, más verdadero, e inocente, porque quiero probar que ellos son los que cometieron un crimen, el crimen político de perseguir a un hombre que tiene 50 años de historia política, por mi historia estoy muy agradecido. No tengo como pagar la gratitud, el afecto y el respeto que ustedes me dedicaron durante todos esos años.

Quiero decirles a ustedes, Guilherme [Boulos] y Manuela [D´Ávila], a los dos, que para mí es motivo de orgullo pertenecer a una generación, que ya está en su final, y ver nacer a dos jóvenes en este país disputando el derecho de ser presidente de la República. Por este motivo, un gran abrazo, y sepan que este cuello aquí no se baja, porque voy a salir con la cabeza erguida y con el pecho en alto porque voy a probar mi inocencia. Un abrazo, compañeros, gracias, muchas gracias, por todo lo que me ayudaron. ¡Un beso con cariño, muchas gracias!