Cárceles llenas y maltratadores a tutiplén.

Por Braulio Alvarez

Dice Monserrat Comas, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género que de Junio de 2005 para acá, 50.086 hombres han sido condenados por maltratar a sus parejas o ex. Y, deduzco, que otros 15.000 fueron denunciados pero resultaron absueltos. Sesenta mujeres al año asesinadas.

Dice Miguel Riera en El Viejo Topo que en Julio de 2006 la población reclusa española era de 63.800 personas. En tanto por ciento de población, tenemos el doble de presos que Alemania.

¿Se ha vuelto el hombre más hijoputa y más machista que hace veinticinco años o que hace cincuenta? ¿En qué país estamos? ¿Qué tipo de sociedad están haciendo?

Hasta donde yo recuerdo, y recuerdo bastante, el hombre que pegaba o insultaba a su mujer siempre fue una persona mal vista y desprestigiada en el barrio, sino es que venían los hermanos de la víctima a cogerle por las solapas.

Este auge de la violencia parece haber convertido al hogar en más inseguro y peligroso que las siniestras calles de los bajos fondos de las ciudades. En esos hogares amargos viven también niños, adolescentes y ancianos que difícilmente escaparán a la violencia y que aún parecen más indefensos ante ella.

Los que venimos de la vieja cultura del liberalismo ilustrado español, recordamos aquello de “odia el delito y compadece al delincuente”. Por eso buscamos explicaciones en la degradación moral, en la explotación laboral, en la frustración y en las diferencias y privilegios generados por un sistema social cada vez más inicuo e insolidario; también en ese entorno urbano horrible, contaminado y ruidoso.

Como todo indica que los que se benefician y mandan no van a corregir el rumbo, el panorama será ir a más y peor, aunque pongan una cámara de vigilancia en la cocina y el salón de cada casa.