asturiasemanal.es
laboral ecología cultura opinión política etcétera
   
con tacto
   

Fraga, Durán y Chacón, tres mascarones de proa contra
los derechos de los trabajadores.

 

Por Samuel Zapico.

 

Traigo hoy aquí a estos tres destacados personajes públicos porque me parecen a mí que pueden ser otros tantos ejemplos a utilizar en la permanente ofensiva contra los derechos de los trabajadores.

Manuel Fraga Iribarne, con ochenta y cinco años y una apariencia física que permite sospechar una salud un tanto deteriorada, sigue en la política activa como senador y como presidente del PP. ¿Cómo vamos a pedir, los trabajadores, la jubilación, no ya a los cincuenta y cinco años, sino a los sesenta, con Fraga saliendo en todos los telediarios, de la ceca a la meca, salsa de todos los saraos peperos? La figura incansable y tambaleante de Fraga con una carpeta bajo el brazo es el mejor mascarón de proa para la poderosa nave de los partidarios de retardar la edad de jubilación de los trabajadores.

Josep Antoni Duran i Lleida, que tiene cincuenta y seis años, fue operado de urgencia de un tumor de pulmón, al parecer, de reducidas dimensiones, a mediados de Febrero de este año. A los pocos días, ya estaba en plena vorágine electoral, pese a que ya era diputado en Cortes desde 1979. Aparte de alegrarse uno porque todo haya ido tan rápido y tan bien en un país en el que todo lo verdaderamente importante, y especialmente lo relacionado con la salud, va tan lento y tan mal, Durán i Lleida se ha convertido en el mascarón de proa de esa otra nave fletada por la patronal y las mutuas contra los derechos de los trabajadores a recuperarse totalmente de la enfermedad o el accidente.

Para escribir de la ministras y políticas en general, y de la ministra Carme Chacón en particular, sin contar con la oportuna autorización, el “nihil obstat” y el visado previo del subfeminismo imperante hay que hilar muy fino, so pena de ser acusado de practicar la escritura nefanda. Ni el propio Gil de Biedma se atrevería hoy a poner lo que puso de sus sobrinas, una de ellas, actual presidenta de la comunidad autónoma madrileña. Pero más allá de hacer largos viajes a Afganistán, a Líbano y a Bosnia, cuando existe la videoconferencia, que eso sí que contribuye a luchar contra el cambio climático y que, además, con lo que ahorramos del viaje igual da para comprar una tanqueta nueva, está el hecho de que, movida por una gran ambición, la ministra Chacón acepte el sobreesfuerzo, la tensión y la agitada y desordenada vida de estar al frente de un ministerio. ¿Cómo van ahora las mujeres que trabajan a seguir reivindicando una baja por maternidad de dos años, la reducción de la jornada durante y después del embarazo y otra serie de ventajas que permitan compatibilizar mejor ambas cuestiones con el ejemplo que da la ministra? Así, pues, la ministra Carme Chacón se ha convertido en un remozado mascarón de proa para la vieja nave de la explotación laboral de la mujer.