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El Musel y sus sobrecostes: el dique de Torres
prolongado 400 metros.
Avanzando hacia la 3C.


Por Carmelo de Samalea.


A la izquierda, longitud del dique de Torres en el proyecto del Ministerio de Fomento. En el centro el dique de Torres aprobado por la Autoridad Portuaria de El Musel. A la derecha la superposición de ambos planos permite comprobar que la longitud del dique se ha aumentado en unos cuatrocientos metros.

La prolongación del dique de Torres y el consiguiente estrechamiento de la canal de entrada al puerto, junto con otras argucias que sacarán de la manga, llevarán en un futuro a la construcción de la bestial 3C.

 

El gabinete negro político-empresarial que gobierna en beneficio propio el cortijo asturiano nunca renunció a la ampliación maximalista del puerto de El Musel, la conocida como solución (¡) 3C. Es decir, el dique más grande y más bestia, y, por lo tanto, el que más beneficios económicos proporcionaba a todos los que se lucran con estas obras.

Por primera vez en la historia conocida de la centenaria Junta de Obras del Puerto de El Musel, anglicísticamente llamada ahora Autoridad Portuaria, las “obras” proyectadas provocaron un enfrentamiento con el Ministerio de Obras Públicas, rebautizado decimonónicamente como Ministerio de Fomento, cuya cartera desempeñaba el ex concejal gijonés e ingeniero de C., C. y Puertos, Francisco Alvarez-Cascos Fernández.

Hubo un complejo proceso de elaboración de diferentes “alternativas”, cuya finalidad más evidente era dorar la píldora de la ampliación 3C. Y, de paso, meter unos millones en los bolsillos de los avispados autores de estudios, anteproyectos, proyectos y otras simulaciones. Entonces, el Ministerio de Fomento se decantó por una solución (¡) “más moderada”.

Pero el gabinete negro asturiano presentó batalla al ministerio y al propio Alvarez-Cascos. El presidente autonómico Alvarez Areces acudió en persona a la reunión del consejo de administración (¡) de la Port Authority, a pesar de no ser miembro, y forzó que el nuevo dique de Torres tuviera una mayor longitud y pudieran atracar a la vez tres grandes cargueros. Y a mayor longitud, más superficie a rellenar y mayores extracciones de arena de la bahía gijonesa.

¿Fue esa nueva modificación del proyecto modificado de Alvarez-Cascos que el gabinete negro asturiano impuso la que salió a licitación o se introdujo la prolongación del dique una vez adjudicada la obra, y ahí estaría una de las causas del famoso sobrecoste? En un país normal, bastaría con formular la pregunta a cualquiera de los implicados, pero estamos en Asturias y en España.

La realidad es que la prolongación del dique de Torres ha tenido como consecuencia que la canal de entrada al puerto se haya estrechado en unos cuatrocientos metros. Conociendo la zorrería del gabinete negro, pronto buscarán argumentos (¡) sobre las Amosucas y los temporales para justificar (¡) una nueva ampliación y concluir la realización de la famosa y bestial 3C.