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Carnavaladas

Pere Navarro para ministro de Economía.


Por Carmelo de Samalea.



O para presidente del Gobierno. Igual hasta puede recibir un día de estos al motorista de La Zarzuela con el encargo de formar un gobierno de “grossen koalitionen”, de “salvación (capitalista) nacional”. ¡Quién mejor que él!

El Director general de Tráfico del gobierno progresista de Zapatero debe sus triunfos a haber aplicado con mano firme el viejo aforismo, creíamos que reaccionario, de “la letra con sangre entra”: la letra del código de la circulación con la sangre de las multas entra. ¡Celebremos, pues, al ilustre y al pueblo que le vitorea! ¡Vivan las caenas, digo, los radares y los controles preventivos/punitivos de alcoholemia!

Entre todos los que aquí “juntamos letras”, nunca hemos visto a la policía echar el alto al que adelanta en raya continua, al que va por el medio de la carretera, al que piensa que está con su moto en el Jarama, al que no para en los pasos de peatones, al que despeja vados y atascos a bocinazo limpio... En fin, a toda esa legión que conducen como lo que son: unos cafres sin principios ni educación. Sumamos muchos años de volante y millones de kilómetros, pero nunca hemos visto a los de verde ni a los de azul parar a uno siquiera de esos “profesionales” del mal conducir.

Lo que sí vimos y vemos es que, al igual que en la época de Franco, lo que impera es la caza al rececho en apostaderos escogidos. ¡Para qué patearse el monte, patrullar las carreteras, si la recaudación y las estadísticas están aseguradas!

Con la vara de sanciones y condenas en una mano, el señor Pere Navarro presenta con la otra las estadísticas que hablan de miles de accidentes y de muertes que, gracias a él, no se llegaron a producir. Pero este éxito viene de un razonamiento peligroso, peligroso para el ciudadano libre que no acepta la sumisión voluntaria; y de un olvido inaceptable: los kilómetros de autopista construidos en estos últimos diez años, y la profunda renovación del parque automovilístico español que ha supuesto un más que notable incremento en las medidas de seguridad activas y pasivas de los vehículos en circulación, desde el ABS al airbag.

Pero para los que aceptan incondicionalmente la sucesión de records y éxitos de Pere Navarro, tiene que resultarles chocante que Zapatero no le haya dado ya una cartera ministerial, la que sea. ¿Se imaginan al señor Navarro al frente del ministerio de Medio Ambiente repartiendo carnets ambientales por puntos a todos los directivos de las grandes empresas y colocando un rádar de contaminación en cada polígono industrial y a las patrullas del SEPRONA patrullando las orillas de ríos y mares?

Lo más acuciante hoy es, sin duda, la economía. ¿Quién duda de que súper Pere Navarro, con su sistema, no reduciría el fraude fiscal a cero en un año? ¿Y los sobrecostes?

Las leyes y las normas para los otros.

Para los mandamases, manga ancha.