Playa de San Lorenzo de Gijón, todavía hermosa a pesar de todos los desmanes y barbaridades que ha tenido y tiene que sufrir (Foto 15/01/2010).
El tango de San Lorenzo Beach.
Por Carmelo de Samalea.
¡Volveeeer...!
Más de veinte años lleva Vicente Alvarez Areces, y el
sector del PSOE y de IU que le apoya, tratando de alterar y cambiar
la naturaleza de la gijonesa playa de San Lorenzo para satisfacer sus
gustos y conveniencias. Empezó diciendo, él y
sus compañeros y sus técnicos y sus periodistas y su medios
de comunicación (todo entre comillas), que la playa se estaba
quedando sin arena y había que hacer un dique y traer cientos
de miles de metros cúbicos de arena de la ría de Villaviciosa
para echarlos aquí. Año de 1988.
Porque lo que realmente quiere Areces, y el PSOE e IU, es hacer de la playa de San Lorenzo un “Piles” gigantesco, en el que la mar con el influjo de las mareas nunca llegue hasta El Muro... Pero, ¡para eso ya tenemos la playa de Fomento, también llamada de Poniente!
Los políticos y mandamases en general, y Areces en particular, son doctores en el arte de sacar ventajas de situaciones negativas. Pirómanos de noche y bomberos de día. Es lo que están haciendo ahora: aprovechar la negativa repercusión en la opinión pública (y en el ecosistema) de las masivas extracciones de arena de la zona sumergida de la playa de San Lorenzo con destino a los rellenos de la ampliación de El Musel, para, ya de día, bajo la luz de los focos de la propaganda oficial, proclamarse salvadores de la playa y convencer a los conversos de que allí están ellos, campeones del ecologismo y amigos de Al Gore y de Greenpeace, para traer toda la arena que haga falta para “salvar” la playa de San Lorenzo. ¡Y más y más y más!
Los periódicos gubernamentales y los directamente arecistas andan ahora descubriendo piedras en la playa de San Lorenzo de Gijón. Unos, para tratar de vender más con falsas polémicas, otros, por imperativo empresarial. Pero lo cierto es que más piedras se descubrieron cuando, años cincuenta, un temporal tiró un tramo de varias decenas de metros del paseo y muro de la playa, ahí mismo, donde ahora “descubren piedras”. ¡Sería por arena!
Lo que realmente
ocurre es que a la playa de Gijón, la auténtica, le están
dando unas puñaladas traperas de 25 o 30 millones de metros cúbicos
de arena. Y mientras la apuñalan y desangran, mandatarios, políticos,
funcionarios, jueces, fiscales, periodistas y el etcétera que
completa el Régimen, se hacen los longuis y siguen con sus asuntos,
con sus negocios y conveniencias. Y ahora, con su tradicional oportunismo,
ya están empezando a ofrecer una peluca y un siliconeado como
compensación/salvación. ¡A otro perro con ese hueso!