Ideas y excusas para la Sama-Velilla.

Editorial de La Crónica de León.

 

La Junta de Castilla y León se movía hasta ahora en una posición incómoda con respecto a la línea de alta tensión Sama-Velilla, ya que, por una parte, tenía el acuerdo con el Gobierno y el Principado de Asturias de apoyar la construcción de una línea eléctrica y, por otra, el mandato de las Cortes de no apoyar el actual trazado propuesto por REE y buscar otro alternativo. Esto es lo que ha hecho ahora la Junta en un informe enviado a Asturias: oponerse al actual trazado y proponer que la línea discurra por la ya existente que pasa por Pajares y La Robla.

A estas alturas de la polémica con la línea es difícil saber si la propuesta de la Junta es viable técnicamente o se trata de buscar una salida honrosa para un conflicto que puede tener una alta repercusión electoral. Si la propuesta de la Junta es viable nos encontraríamos ante un verdadero bochorno técnico y político mantenido durante años, ya que sería la primera alternativa que debió ser estudiada hace ya una década.

Llevamos años discutiendo sobre el impacto ambiental que provocaría construir un nuevo corredor eléctrico entre Asturias y León, y ahora resulta que podría utilizarse el ya existente con una ampliación de la altura de las torres y la zona de reserva ecológica. Como dice el refranero español para este viaje no hacían falta alforjas.

Lo que urge ahora es que REE responda cuanto antes a esta propuesta para dejarla en evidencia o ponerse a trabajar con ella, ya que por ahora es la más coherente que se ha presentado. Los opositores a la línea eléctrica ya se han manifestado radicalmente en contra, algo que parece lógico desde su postura de oposición total a la línea, mientras que en el Principado también siguen aferrados al actual trazado.

El tiempo lo que va imponiendo en cambio es un aplazamiento de la decisión de la línea, puesto que el futuro de ésta dependía casi en su totalidad del proyecto de convertir a Asturias en una gran potencia exportadora de energía eléctrica, en base a la construcción de cinco nuevas centrales de ciclo combinado de gas, apoyadas en una regasificadora que se construiría en el puerto del Musel, a su vez ampliado para recibir masivamente el gas por barco. El proyecto ha quedado ralentizado por la crisis económica y, en este momento, las empresas privadas que tenían proyectadas las centrales eléctricas han paralizado sus proyectos. Asturias y León deben sentarse a discutir ese proyecto y sólo de su participación conjunta saldría una vía aceptable para la línea eléctrica.