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TECNIMAP y la Consejería de
Malestar Social de Asturias

Por Braulio Alvarez

 


Días pasados se celebró en Gijón un grandioso evento: las X Jornadas sobre Tecnologías de la Información para la Modernización de las Administraciones Públicas (TECNIMAP). Asistieron seis mil y pico congresistas. Desconozco por cuánto dinero sale la asistencia de cada congresista y quién pone la pasta. Pero me lo imagino. Solamente seiscientos lo hicieron por internet, pudiendo haberlo hecho todos sin moverse de sus casas. He ahí una (la) gran contradicción: mola más viajar, sobre todo si es gratis total, que aprovechar las ventajas de la tecnología.

Lo importante del evento/happening TECNIMAP son sus objetivos: información, modernización, interactuación, administración 2.0 y toda una serie de maravillas. Cuesta trabajo creer que todas esas propuestas de facilidad y comodidad en las relaciones con la burocracia lleguen a estar algún día a disposición del ciudadano corriente. Y no por culpa o desinterés del ciudadano.

En mis largas relaciones con la Consejería de Malestar Social de Asturias puedo decir que hasta carece de una dirección de e-mail pública, pero es que, aunque la tuviese, no me podría fiar de ella. En las cosas de importancia, y la mayoría de las relaciones ciudadano-administración lo son, hay que seguir recurriendo a la entrega en mano con sellado de copia o al certificado de correos con acuse de recibo para evitarse problemas posteriores. Esta desconfianza se asienta en un historial de trapacerías del que, gobierno tras gobierno y generación tras generación, han sido víctima los españoles. Y la actual burocracia no merece más confianza que las que la precedieron.

Así pues, el papel y el sello tendrán todavía larga vida, pero si las autoridades quisieran realmente avanzar algo en la democratización y modernización de las relaciones entre las administraciones públicas y los ciudadanos, y facilitarnos la vida a todos, podrían empezar por cosas sencillas y fáciles; por ejemplo, no pedir reiteradamente documentación que ya obra en poder de la propia administración.

La Consejería de Malestar Social de Asturias, para solicitar los exiguos beneficios que se supone otorga la llamada ley de dependencia, pedía tal cantidad y variedad de documentación y datos que a mí me recordaba aquel chiste/parodia del humorista Eugenio: entraba una persona a comprar un rollo de papel higiénico en una tienda y el dependiente le empezaba a marear con tal cantidad de preguntas sobre color, número de capas y demás, que el pobre hombre acababa por tener que enseñar el culo y traer la taza del wc de casa…

Consejería de Malestar Social de Asturias es un ejemplo perfecto de la p-administración que obliga al ciudadano a aportar documentación que ya tiene ella en sus archivos. No solamente eso, sino que pese a que todos hemos oído al propio presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, anunciar a la nación que a partir del uno de enero de 2007 sesuprimía la fotocopia del DNI en los trámites con la administración, en la Consejería de Malestar Social no se han dado por enterados y su ejército de entorpecedoras sociales exigen no ya la dichosa fotocopia, sino que, además, tiene que ser compulsada. ¡Qué buen chiste/parodia habría hecho mi admirado, recordado y reído Eugenio!